Tu voz está en mi sangre, donde tu sonrisa vive y me estremece siempre que respiro en tu ausencia. Janete, el reflejo del río donde te besé está ahí, esperándo otro beso para contar al cielo nuestro amor En mis manos guardo tus caricias en mis ojos tu imagen que ahora arranca lágrimas de distancia
Texto agregado el 23-01-2014, y leído por 893 visitantes. (1 voto)