Hechizo.
En realidad no hace falta tanta sangre.
Según el libro, unas gotas serán más que suficientes, pero ya ni modo.
Al fin y al cabo estaba justificado y deberían ser ciegos para no darse cuenta.
Ultimadamente, y ahora que lo pienso, tu tuviste la culpa. Tú mismo nos pusiste en ésta situación. Así que no te quejes.
Lo bueno es que todo tiene solución (menos la muerte) aunque por lo que ahora sé, hasta eso tiene remedio.
Solo es cuestión de tener paciencia y decidirse a hacerlo.
Paciencia para reunir todos los ingredientes, y digo, todos, paciencia para marcar las fechas en el calendario y realizar meticulosamente todos los procedimientos el día señalado a la hora justa. Un segundo más o menos y todo se va al carajo.
No es el caso, todo se ha hecho bien hasta ahorita.
No te quiero culpar, pero mira que tú nos pusiste en ésta situación. Recuerda que al inicio yo no quería nada contigo, te rechacé tantas veces que de verdad no creí que fueras capaz de insistir de esa forma. Y míranos ahora.
¿Cómo le hiciste? poco a poco me fuiste ganando espacio, al principio en mis pensamientos, después en mi sexo, al final no podía venirme si tú no lo hacías. Mi tiempo fue tuyo y mi cuerpo también.
¿Cómo lo lograste? ¿Qué me diste?
No está de más que te lo diga, y creo que tú bien lo sabes, al principio era bonito, me sentía en paz. Pero después de unos meses el cliché de ‘yo soy tuya y tú eres mío’ dejó de ser suficiente. Me sabía a poco. No sé como lo lograste, pero en muchos aspectos yo empezaba a ser tú.
Mimeticé tu letra, adopté tus hábitos mientras poco a poco renunciaba a los míos. Y ahora a mí.
¿Y tú? …eras cada vez menos yo.
Pero bueno, tú tranquilo, no pasa nada.
Ahora me doy cuenta de lo evidente, ¡carajo, que ciegos estábamos!
La solución está en éste frasquito, después de beberlo, al fin estaremos realmente juntos, nada podrá separarnos.
Ambos compartiremos la misma piel, a partir de hoy tú y yo seremos la misma persona. Y para que eso ocurra, se necesitan sólo tres cosas: acabar de preparar la pócima, beberla y deshacernos de tu cuerpo.

Basado en ‘La pócima’ de Arturo Rivera, oleo sobre lienzo. Dimensiones: 110 x 85 cm. 2013

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