¿Qué dirías tú si te invito a jugar con las palabras?
Sería algo breve, silencioso, extenso, ruidoso
Algo sencillo, te sientas a esperar que se calmen un poco
Las vas llamando, ellas se posan frente a ti
Algunas con mirada turbada, ansiosas
Otras agitaran sus manos, llorarán levemente
Quizás unas sonrían, te miren con complicidad.
Al tenerlas allí como mansas evocaciones
Será preciso hablarles desde el alma, revelarles la vida misma
Habrá pausas, desaciertos, risas, sobresaltos, lágrimas, misterio
En el más breve disimulo, decidirán los lugares que les corresponden
Una allí, otra allá
Conocerán sus nombres, sabrán de sus propósitos.
Serás un espectador discreto con un toque de curiosa simpatía
Aguardarás a la vera de algunas hojas, al límite del abismo
Podrían tardar horas, en ocasiones se distraen, beben un café, visitan otros libros
Ante la agitación suelen tomar una siesta, despiertan pensando en otras líneas
Jamás estarán del todo satisfechas, preguntarán reiteradamente por tú alma
Se inscribirán finalmente en las hojas, ávidas de una nueva historia.
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