Un extraño cajero

(Ese ATM Salió de la fábrica con un porcentaje importante de fallas en su sistema, pero como faltaba uno para completar el lote, lo agregaron igual sin imaginar las cosas que eso provocaría)

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Magdalena comenzó su día como siempre, sin ninguna gana de levantarse y con su miedo espantoso a desgastarse en la ducha, desayunó regaloneando sus dos chiguaguas, que como ella, se resistían a abandonar las sábanas, mientras su hermosa madre, llenaba los platos de los perritos, cambiaba los dos pocillos con agua limpia para el día, les arreglaba las cobijas de su casita, preparaba desayuno, se duchaba, dejaba lavada la losa de la mañana, cortaba el gas, hacía las camas y se ponía bonita para ir a la oficina, corría y corría la pobre mujer antes de irse a su trabajo, y entre quehacer y quehacer como relojito, le avisaba a su hermosa hija que debía apurarse o llegaría tarde al trabajo.

Ese jueves parecía ser uno más de todos, Magdalena y su compañera del alma Lily, eran cajeras de un importante banco de la ciudad, ellas unas chicas divertidas y siempre a dieta, trabajaban harto pero se reían de cualquier cosa, haciendo del servicio al cliente su vocación, solo que no contaban con un extraño hecho que les haría el día muy diferente.

El nuevo ATM había sido instalado el fin de semana, los procedimientos normales ya estaban hechos, el cajero cargado con dinero que había traído un camión de seguridad y las claves en poder de Magdalena la tesorera de la sucursal, como veis esta chica no era cualquier cosa.

A las 10 en punto un señor quiso usar el dispensador de dinero, para lo cual el extraordinario Jefe de seguridad se acercó gentilmente a asesorarlo, acompañado de la eficiente ejecutiva de servicio al cliente, en dos minutos la persona muy bien atendida retiraba doscientos mil pesos para pasar el fin de semana con su familia holgadamente.

Magdalena y Lily miraban sonrientes y admiradas la ágil atención de su jefa y del jefe de seguridad, a quienes imitaban a diario para ser las mejores en calidad de servicio. En ese momento, ambos celulares de estas bellas e inocentes cajeras sonaron al unísono, mostrándoles un mensaje de transferencia por doscientos mil pesos para cada una, a ambas se les abrieron sus hermosas y bien pintadas bocas al mismo tiempo en un ohhhh! algo ahogado lleno de sorpresa.

A las 12 del día ya habían venido alrededor de diez personas a retirar fondos al nuevo cajero automático, en todas las ocasiones por ser un equipo de alta tecnología y novedoso en el mercado bancario, los ya mencionados y muy eficientes jefes acudían a asesorar. Así mismo, en todas las ocasiones las cuentas de las muchachas recibían un aporte por la misma cantidad retirada y los respectivos avisos de transferencia. Pero por más que trataban de saber quien les pasaba el dinero, no lograban entender que sucedía.

La inteligente Magdalena, se dio cuenta del problema a la onceaba transacción. Y acercándose al último cliente le preguntó si su saldo estaba correcto y si el giro le había sido cargado en forma correcta. El cliente que la conocía muy bien, revisó su cuenta sin encontrar ningún problema, agradeciendo la amabilidad con que había sido atendido.

Magdalena y Lily, las bellas y honradas cajeras, ya llevaban acumulado a la hora del cierre la módica suma de 7 millones de pesos en sus cuentas. Ellas preocupadas por esta situación avisaron a la encargada de la sucursal, quien sin mediar preguntas las culpó de los hechos, provocando que ambas se descompensaran ante la situación tan injusta.

El revuelo fue espectacular, llegaron los ciber expertos para analizar la situación, sin embargo no faltaba dinero alguno en el ATM, el que cuadraba perfectamente, tampoco en las cajas ni en la bóveda, allí todo estaba en orden, los dineros que las chicas recibieron todo ese día no tenía un origen, por más que los Ingenieros intentaban seguir la IP de las transacciones, cada vez que un cliente hacía un retiro, las chicas seguían recibiendo la misma cantidad de dinero girado.

A las 18 horas el cajero fue desconectado y devuelto a la planta, donde fue reiniciado y reprogramado. Una semana mas tarde lo instalaron en otra sucursal, donde fue sometido a una estrecha vigilancia, pero nunca más volvió a producirse el hecho.

Se preguntarán que pasó con nuestras honradas y valientes heroínas, pues todo y nada. Recibieron las disculpas del caso, pues al no poder identificar el origen del dinero y al no faltarle al banco los montos que habían recibido, nadie pudo demostrar algún ilícito. Así que al finalizar ese día ambas tenían saldos millonarios en sus cuentas, por lo que se fueron a celebrar al Pandemonio, discoteca donde para variar fueron las reinas de la fiesta.






Con todo mi amor para mi Hija Magdalena, !FELIZ CUMPLEAÑOS!