PARTIDA DE UN AMIGO
El día viste del color
que no resiste la alegría.
El dolor tergiversa
los suspiros,
muere la esperanza en tus ojos
dando tumbos,
tropezando con el muro empañado,
borrador de la sonrisa
de la mariposa que a ciega
guía nuestros pasos.
La muerte tonta, levanta sus alas,
esgrime sobre ti su guadaña amorfa,
con estrépitos
se roba el hálito de vida,
entristeciendo de pasada
a los que te quisimos.
Con alarde, la mañana quejumbrosa
se revuelca en la tristeza,
baña de sombras el pueblo
que te vio nacer y acuñó de niño
tu sonrisa.
Te veo yacer sin luz en las pupilas,
tú, que con gallardía arengaba
las huestes estudiantiles,
inquietando a los enemigos,
opuesto a las ideas del momento.
Ahora, te prepara a levantar
vuelo a un lugar desconocido,
sólo,
a tientas, donde el silencio denota
paz, tranquilidad,
no hay presión, ni retorno,
ni las almas muertas
pueden rebelarse.
JOSE NICANOR DE LA ROSA.
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