Espero, espero y espero. A que la sangre deje de correr. A que se dejen de mentir. Animarme a gritar "Sólo porque lo sientas no quiere decir que esté ahí". Veo veo. ¿Qué ves? Una cosa. ¿Qué cosa? Maravillosa. ¿De qué color? Azul. Mi alma. ¡Acertaste! La carrera por el millón de dólares nunca cesa. Todo lo que creímos, creemos, vas a encontrarlo ahí. Es un elemento más en esa carrera interminable contra tu propio ser. Te corrompés, te traicionás y todo te importa nada. Nada de nada. Nada en nada. Soy una gran nada en medio del desierto pero no puedo dejar de correr la carrera interminable. Todo por dos pesos. Todo por un millón. El alma por un millón. ¿El alma por un millón? A veces sí, a veces no. El azul está ahogado, parece verde o amarillo, pero no se mezcla. Se siente solo ante la inmensidad del abismo. Caminás del lado salvaje y decidís bajar de la cornisa, el camino seguro hacia la felicidad. El camino ficticio hacia el confort y el bienestar: el más fácil, el más triste. Calles llenas de pozos, dentro de los pozos, aire, dentro del aire, restos. Restos de moléculas humanas, de agua, de mugre, de cielo, de impotencia, de amor y desamor. El ansia por tapar los pozos hace que olvidemos que en ellos hay miles de mini vidas qu corren el riesgo de ser cercenadas. Vidas reales o imaginarias, no importa. El asesinato en la ficción, asesinato al fin. El literato asesino mató a Misery y pagó su deuda. No debiste... ¡Pero lo hice! Ella no existe, Misery es un invento de la imaginación, de mi imaginación. Luego de leído: ¿un texto sigue perteneciendo a su autor? Eterna pregunta... ¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? La literatura no existe. Sólo los hombres y las letras y sus interpretaciones. Todo es vapor, agua y dolor por no acallar esa pena. La pena máxima a la que pueden condenarnos, la pena del desamor. Locura. Terror. Depresión. Dolor. Contricción. El alma metida dentro de una cáscara de huevo. La cáscara de huevo molida para abonar las plantas del fondo. El alma en las plantas, en la naturaleza. El olor del perdón es igual al olor de la tristeza. Toc toc. ¿Quién es? El amor. No puedo abrir, pase en otro momento. Tarde. El tren pasa sólo una vez y tenías fiaca para levantarte y abrirle la puerta. Tal vez haya que dejarse embestir. Embestidas. Agua. Sal. Olores y el Ser. |