En la cima misma de la locura Uno percibe las promesas Aquellas lejanas Aquellas presentes… Y no existe con quien contar En éste mundo ya perdido. ¿Dónde soñara el iluso? Sólo cerrando los ojos Porque ya no existe lugar. Palabras que te marcan como hierro candente Los deseos perdidos de una promesa Un sueño que ya no existirá.
Texto agregado el 16-01-2014, y leído por 133 visitantes. (4 votos)