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El camión se había quedado atascado justamente en la subida de la cuesta Barriga, a la salida de Santiago.
A lo lejos se veía Talagante en ese caluroso día de verano.
Llegamos todos dispuestos a ayudar y ponernos manos a la obra, pero el sol incandescente nos golpeaba sin piedad. Tuve que alejarme del grupo e ir a una casa cercana a pedir un poco de agua para beber y lavarme las manos.
La escena que vi me conmovió. Una mujer de campo, rayando choclos para cocinar un exquisito plato de la comida chilena.
¿Pastel de choclos?, pregunté escueto.
Ella me sonrió y asintió mientras se quitaba el pelo de la cara con los brazos. Sus manos llenas de grano molido se deshicieron del rallador y alejándose de la mesa se acercó a mi para después ir hacia el pozo de agua.
¿Quiere agua? me preguntó. Asentí con cortesía mientras ella notaba que estaba rojo por la exposición al sol que había sufrido pocos segundos antes.
-"Mi primo del sur me vino a visitar hace unas semanas y se quemó igual que usted". "Es que en el sur no hay mucho sol". "Siempre llueve. ".
"Es que mi piel es tan blanca que sufro con el sol", respondí de inmediato, mientras ella habría una llave y por una manguera salía agua hacia una cubeta.
El líquido fundamental parecía más transparente y simple. Lo tomé entre mis manos como queriendo retenerlo, como él tiempo, como la vista.
Me mojé el cuelo, las manos, la cara y tome del agua que corría, mientras ella miraba expectante. Después que terminé ella cerro la llave y yo me encaminé hacia el automóvil que esperaba por mi.
Al pasar vi a un niño sentado en una silla de mimbre, ahora estaba en una silla de ruedas. Había cambiado de lugar sin que me diera cuenta, sin que me percatara de su condición.
La mujer volvió a rallar el choclo mientras me deseaba un buen viaje. Yo me encaminé al grupo, entramos a los automóviles y nos fuimos.
Mientras avanzaba por la cuesta, saqué mi mano y me despedí de la mujer y su niño.
Ellos levantaron sus manos agitándolas en el aire mientras parecía que decían adiós a su primo.

Texto agregado el 16-01-2014, y leído por 121 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
16-01-2014 Que bonita experiencia. Carmen-Valdes
 
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