PINTA EL AMOR
El amor como tal, es sólo una palabra.
Le da vida y lo mueven los sentimientos.
Doloroso y abrumador como en los tangos de Troilo y Gardel.
Enfermizo, doloroso e imposible como el de Gorek y Daniequille.
Erótico, libidinoso y promiscuo como el de Luis XIV.
El amor nos permite soñar.
Transformando la realidad deliberadamente.
El amor es la alquimia pura
Capaz de transformarse en lo mejor o lo peor.
Depende del maestro y la pasión.
Subimos al infinito sin límites.
O caemos al más grande de los precipicios.
Sin que nuestras alas se puedan desplegar.
No existe el tiempo para la razón.
El amor son impulsos impensados.
Es la semilla que una vez en tierra.
O se pudre o germina.
Es la tormenta en un día soleado.
Una flor de loto en medio de aguas turbias.
Una noche obscura iluminada por luciérnagas.
El amor no tiene significado universal.
Cada quien le asigna un color.
Cada quien lo nutre y siente en forma distinta.
Cada quien escoge como entregarse a la aventura.
Son tantas las formas de vivir el amor.
Pero pocas las formas conocidas para llegar a la plenitud.
La plenitud que marca el caminar erguidos de la mano.
Donde la sexualidad y el erotismo.
Quedan atrás atesorados como hermosos recuerdos.
Y la contemplación gana fuerza.
Nos permite mirarnos a los ojos.