Acuosa prosperidad enredada en la soga del deleite
La goma de mascar recubierta de arena aumenta su tamaño; y por la misma libera sueños enmascarados de una oportunidad de crecer a lado de la pasión verdadera.
Candor, satura su alma contando las gaviotas que perecen en medio del mar.
El oxido de un pica hielo meneándose a orillas del templado océano carece de sensibilidad en el paisaje fenomenal de la costa,
Candor por su parte sella su óptica con un suspiro acompañado de lubricante para sutilezas razonadas.
El momento ha llegado, es hora de levantarse e irse a acostar contemplando lo quedó de la imagen rasgada por el tiempo y los recuerdos de su ciudad.
Quien fue ingenuo en un principio ya no lo es ahora tiene fuego y no demuestra más su candidez.