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UN GRILLO CANTÓ EN EL COMEDOR.
Era un viernes 21 de octubre de 1988, cuando la aurora se levantaba silente, un poco de tufillo a vegetación que llegaba de las plantas, mezcladas con el olor del cerro Talcumachay, mi pensamiento esta atinando al examen de Peruana II que tendría en este día a cargo del Maestro Félix Huamán, en las primeras horas, todo descollaba como una lámpara cuando recién se enciende para irradiar mi sinuoso raciocinio para derrotar el examen palaciego del día. Eran ya las seis de la mañana, hora de levantarse, de bañarse; salir corriendo para alcanzar ser primero en el baño común del Pabellón “B”; se tenía que ganar la delantera para salir entre los primeros beneficiarios del día, mientras divisábamos el baño al aire libre del Pabellón “ A”, un rociado construido por los propios alumnos, a menos de 150 metros se veían los cuerpos desnudos de algunos de sus habitantes que salía a la ducha casera, asearse, era tan usual, ver esto todos los días, tiempo al, fin su propio baño, entre los que podía mirar al chato Abraham, al risueño Oncoy con su melena alborotada, al lánguido Ceviche que cantaba como Adán enjabonándose su mancebo cuerpo, desde esa distancia, se coreaban los gritos de vacilón entre pabellones, por la naturaleza de tener un baño al aire libre, los adanes corriendo , entrando y saliendo de sus habitaciones, así pasó estas horas de la mañana. La hora avanzaba con su sínodo matinal, los alumnos de los pabellones vecinos se alistaban para ir al desayuno, de pronto mis vecinos, como de costumbre, alardeaban sus apuros para llegar primeros a la cola del comedor estudiantil, uno de mis compañeros de cuarto- Me refiero a Chalala- cantando sus huaynitos de su Puno natal, alegraba la mañana, mientras los chimbotanos le gritaban en son de sorna- Cállate serranazo- a lo que Víctor, otro compañero del cuarto , que era del Cusco reñía a los chimbotanos por su bromista burla – Aclaro- aquí nadie se burlaba de nadie, simplemente que era un sentir de cada lugareño por lo que cada uno lo entendía a su grosa manera. Llegué a la cola del comedor, como siempre no faltaban los zampones, como el loco Aldo, siempre se escuchaban los gritos contra los que se metían adelante, mientras el robusto Pino- El trabajador que cuidaba el orden en el comedor- bostezaba de sueño, tal vez no durmió bien en la noche, decían los alumnos cuando protestaban por la metida de los zampones. Nos servían un humeante Quaker con manzanas, dos panes con mantequilla, era el desayuno del día, recibí mi porción y directo a una de las mesas del comedor a buscar el enfriamiento del Quaker , mientras observaba el trajinar de los alumnos que desayunaron ese día, se escuchaba como de costumbre los chillidos del viejo Pino, regalando palo a los zampones, más el gentío que avivaba la mañana para calcinar los panes con mantequilla que eran devorados en un santiamén, por los hambrientos arrendatarios de los pabellones, mientras que los que venían de Lima, observaban con sus caras preocupadas como los vecinos del Pabellón “A” y “ B”, se colaban a la cola por segunda vez, para dobletear el desayuno, queriendo engañar al astuto Pino , que al llegar por su control los sacaba a varazos, pero siempre habían peritos en la materia que lograban dobletear, frente a la atenta mirada del gran Pino. Salí del comedor, rumbo al pabellón, a sacar mi maletín con lo que solía llevar a clases diariamente, sabía además que nos esperaba un examen; había que están presto para la jornada, los inquilinos de los pabellones hacían lo mismo, por su puesto los que estudiaban, los que eran alumnos, ya los había- los que eran visitantes de los inquilinos- no eran alumnos en otras palabras, como: Uchiza, el loco Marcos, que eran pensionarios del comedor. En fin listos para la hora de clases. Llegaba al aula, siempre era uno de los primeros, junto José Rojas, después empezaban a llegar los que venían de Lima. Era mi función además llegar temprano, Los cargos de Delegado del Aula se hacían por votación a brazo alzado cada ciclo, hasta el momento lo había ganado ya 7 veces, por eso habría que estar temprano en aula, los maestros coordinaban los aspectos académicos con los delegados- Era la costumbre- por ese día estaba esperando que llegue el Maestro Félix Huamán para sacar copia del examen
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programado, así fue, se hizo las coordinaciones respectivas, se policopio el examen para los alumnos de la sección H – 3, empezó el examen, el Maestro Félix, muy atento a vigilar a sus pupilos, Chiliposo, un compañero de carpeta preocupado por sus respuestas, trataba de convencerme que le diga algo; salía humo negro de los hemisferios, Fabiolita Silva, le sacaba la lengua – no sé qué seña era- a Martha Altamirano, al fondo un Ronald Orozco que fruncía sus labios hacia el destino donde estaba sentado Frank Del Castillo; mientras desenredaba mi repasos de la noche para buscar la respuesta adecuada a las preguntas del examen; Chiliposo, aún más desesperado, ya habían trascurrido aproximadamente cuarenta y cinco minutos, el Maestro Félix, alertó el tiempo, mientras recordaba aún locutor de radio que decía: -El tiempo no se detiene- el tiempo pasa ; era hora de terminar, todo el salón se miraba entre sí unos a otros, era uno de los exámenes decisivos para aprobar la asignatura, como de costumbre, a mi amigo Chiliposo le tuve que ayudar en algo, eso todo el salón lo sabía. Terminado el examen, salimos a despejar nuestras neuronas, caminé rumbo al pabellón B, Chiliposo, José Rojas, Ana Bocanegra, Chilín, Ronald, Frank, lo seguían, de repente llegaron a mi cuarto, tocaron la puerta ingresando directo a tirase a los colchones de los camarotes verdes viejos que eran nuestras camas en dicho ambiente, algunos de ellos a comentar el examen, otros renegando porque habían errado la respuesta, preguntándonos entre sí para saber la respuesta, cavilábamos frescamente para ponernos de acuerdo con lo que habíamos respondido. Estuvimos allí un rato, haciendo hora, teníamos que empezar la segunda jornada, clases con la maestra Carmen Ollé, nos sacudimos en instante y todos ya estábamos de pie para enderezar nuestros cuerpos, rumbo al Aula h -3, allí nos esperaban el resto de compañeros, mientras llegaba la carismática y sensual Carmen Ollé Nava; por su puesto era un botín intelectual escuchar sus fuentes literarias que citaba cuando explicaba sus temas, su predilección de ella eran sus citas bibliográficas que nos alocaban buscándolas como tarea para la siguiente clase, Carmen, era Carmen, por gusto no era la poetisa del canto erótico en la poesía, en su “ Noche de Adrenalina”, la respetábamos tal como era, un digna Maestra, por su puesto el tictac no se detenía, vuestros cronómetros daban las doce del día, varios estómagos se apuntalaban rumbo al comedor, solo estábamos esperando la voz de Carmen, que sublimemente nos dijera, “ esto es todo por hoy, hasta la próxima clase”, y así salir corriendo a la cola para la hora del almuerzo, así fue- Hasta próxima Maestra Carmen- Salimos rumbo a la ruidosa cola del comedor universitario, ya estaba cerca de la Faculta de Ciencias Sociales, a veces nos dirigíamos en grupo, los mi salón para estar juntos en las mesas, y así hacer más familiar y entretenida el mediodía, estábamos en nuestra hazaña de la comida, avanzábamos poco a poco, unos entraban, otros salían, llegamos al altillo, significaba que ya estábamos cerca a la puerta de ingreso al comedor, como siempre no faltaban los gritos que se hacían frente a los zampones y dobleteros, el gran Pino, allí como de costumbre gritando a los vivarachos de siempre, en especial a los de Educación Física, que eran los que siempre no les gustaba hacer cola, eran amantes del zamponeo en la cola, ni el propio Pino, podía hacer algo contra ellos. Ya estaba a cinco metros de ingresar, empezó mi cavilar diario, ya comenzaba a distinguir los rostros de siempre, encajando en mis razones mi cámara interna inicio la filmación de los trajines políticos de la zona, esto comenzó divisando la nariz del gallito Alegría, militante de Patria Roja, volteando mi cámara se fijó en ella, Marlon, Hernández- Líder de los Mencheviques- facción que salió de una de las divisiones internas que sufrió Patria Roja, de pronto localizo al Melenudo Oncoy, militante del Pum, junto a Pedro Mejía, del mismo grupo, allí también estaba cerca algunos del MRTHA, Abrahán, Misael y dos cachimbos que recién han llegado al pabellón “A”, mientras caminaba el loco Marquitos ingresaba, como siempre a sentarse en la primera mesa , cerca de la salida del comedor, mesa de donde nos acostumbraba a sus irónicos discursos en contra del Gobierno, cuando me sentaba ya, analizaba que el termómetro estaba calentándose, miraba camufladamente que existían
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miradas entre los partidos políticos, se podía ver a los de siempre, los que discursaban perennemente, estaba un Julio Diestra, en corazoncito de mi amiga María Elena, que miraba para todos lados y además estaba siempre en el lugar estratégico para subir a su tribuna, encorvado , pero mirando el escenario lo vi al chato Muñoz - Líder de Patria Roja- En tanto por algún lugar descansaba el cuerpo sentado de del puneño Chipana, que coordinaba con su líder Muñoz, Alegría, el Gallo, Benjamín Loayza- Todos ellos de Paria Roja- La costumbre de los oradores en el comedor es :cuando uno se levanta a dar su discurso partidario, los demás grupos también lanzan a su líder, pero parece que nadie se animaba hacerlo, vi con claridad a todos queriéndose lanzar al mismo tiempo, mi análisis fue , que esperaban que alguien lo haga, para seguirlo, las condiciones de costumbre así me lo hacían saber, todo está preparados, desde un lugar estaba: Julio Diestra, Palpa, del Ver,( Vanguardia Revolucionaria), en el medio del comedor , casi todos juntos estaban los de Patria, mientras en otro extremo, lo hacían los del MRTA, con Misael y Abraham; luego por un lugarcito estaba la gente del Pum( Partido Unificado Mariateguista): Oncoy, Pedro Mejía ; Jaime Antezana, también miraban con las esquinas de los ojos los del PCP Unidad ( Partido Comunista Peruano), con Yuri a la cabeza, mis recuerdos me decían ya se levanta uno; pero nada, cuando de costumbre el Loco Marcos se erigió en una mesa para filosofar sobre la realidad actual, criticando al Régimen Imperialista de turno, en eso que volteo mi cabeza, mi mente se dirigió al rostro de Uchiza, estaba sentado en una esquina de la fila del centro de las mesas del comedor universitario, sigo con mi cámara interna y empiezo a mirar que algo empezaba ya, de pronto, como invitados a una fiesta, en el mismo lugar ingresaban varios alumnos que siempre los he visto con sus mismas consignas, me refiero a Jaime, el Radical, El Chavo, el karateca, Ulises, Bertila, la Chata Estela, su hermana Ceviche, Paquito, Paquita, Martín entre otros cachimbo- Dije- Me quedo, aquí; paso cinco minutos y se empezó a escuchar, por la puerta donde se salía, después de comer, allí había una escalera empinada, por allí todos bajábamos, el ruido era de más o menos unos treinta personas que empezaron a gritar, mis carnes dijeron, se inició la jarana, ya mis compañeras de salón se habían ido, los grupos políticos, con sus líderes estaban allí, atentos, ya se sabía lo que entraba, solo escuchar, era suficiente; de pronto subía arrancando los sonidos de la vida dos columnas de personas, con bandera roja en mano, con el símbolo de la hoz y el martillo, cada bandera, al descubierto, sin pasamontañas, nada de eso, entre sonidos bajos escuche la voz de un líder del Pum que dijo - Que liberales que son- parece que fue la voz de Oncoy, mi modo, de acuerdo con lo que escuché, y así lo era, muy liberales, en realidad , entre tanto ruido, me era imposible saber quién lo dijo; mi interior estaba de acuerdo con esa opinión, entonces pude ver en esa dos columnas con banderitas rojas con la hoz y el martillo a Manuelcha, al Ruso, al Chibolo, el Karateka, Kike, Gisela, Bertila, Jaime, su hermano de Jaime, la enamorada del hermano de Jaime, Chipana, Mao y otros que estaban sentados pero que al ingresar aplaudieron a la columna que ingresó raudamente para posesionarse de una mesa y desde allí hacer su estrado, en medio de las columnas caminaba, con gesto adusto, pero bien seguro, un hombre de tez canela, de pantalón Jeans en calidad de Jeans crudo, con un polo entre azul y morado con las mangas cortas, de cabello ensortijado, con apariencia a ser moreno, de unos cincuenta años hacia arriba; contextura regular, más aparentaba a ser gordo, de un metro setenta aproximadamente, con botas , como las que usan los ingenieros de construcción civil, aplaudía también al compás de los demás, por su puesto debo recordar que los gritos traducidos al español se escuchaban así: ¡¡Viva el marxismo, leninismo, maoísmo y sobre todo el Pensamiento Gonzalo¡¡, ¡¡ Viva las guerras de guerrillas¡¡; ¡¡ A más muertes, más maoísmo y sobre todo el pensamiento Gonzalo¡¡; ¡¡ Viva el Presidente Gonzalo¡¡; Todos los que estábamos allí ya nos conocíamos por eso nos quedábamos, en cambio otros salían rápido, ; algunos se quedaban para escuchar, tal vez algo nuevo; para mí , el resto de los líderes estudiantiles de la Universidad, esto ya
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era como el pan nuestro de muchos viernes, así que haber a quien se presentaban en esta vez. Se callaron en un instante , cuando se paró sobre la banca de la mesa, que habían elegido para discursar, un estudiante, era el alumno que en el Pabellón B se le conocía como “Paquito”, estudiaba, biología, se para y empieza hablar sobre el marxismo, leninismo y su pensamiento Gonzalo como el futuro del país, después de dar su introducción, dice: Compañeros y compañeras en esta oportunidad tenemos como invitado al Dr. Grillo, profesor Universitario de la UNMS que nos hablara del tema: La Lucha de Clases y el Imperialismo Yanqui y sus seguidores”, acaba la presentación y se pone de pie en su aposento el aludido Dr. Grillo, empezando por aplicar un materialismo dialectico-histórico sobre la lucha de clases dadas en Rusia, China y Cuba, resaltando a Carlos Marx, a Mao, para- Haciendo y escenario Internacional para llegar al local- Que era la costumbre de siempre-; luego el Dr. Grillo se ingresó al contexto local, loando en todo momento la lucha armada iniciada por el Presidente Gonzalo, desde el campo para llegar a la ciudad, comentando las estrategias que se han dado y a la vez lo que ellos dan a conocer como sus grandes logros, la voladura de torres, los paros armado, los trabajos del MAP, de Socorro Popular, Pidiendo libertad para los Prisioneros de Guerra que están en las mazmorras de las cárceles del Perú, loándolos como héroes del Partido, avizoraba que el Partido está en avance y que el Imperialismo vive en retroceso, que los pueblos de la sierra del Perú se mueren de hambre, que ya están en una etapa avanzada , atacando a los policías , militares, alcaldes que se oponen a la lucha del Partido, como enemigos del Pueblo y que el Partido les consta, aplicando su propia lección, justificando en todo momento las muertes, paros armados que realiza el partido; queda claro que al Dr. Grillo, lo interrumpían cada cierto tramo para arengar las consignas ya conocidas, le daban algunos sorbos de refresco que traían del comedor , en su entorno había como una guardia que estaba atento a su resguardo, por si pasara algo, eso era evidente, mientras los paladines estudiantiles de los partidos políticos aludidos antes , escuchaban atentos, mirándose entre sí , por su puesto nadie acudía a interrumpir al orador, solo las arengas de su grupo, entre veinte a treinta minutos duró la perorata gonzalista, al terminar , después de sus arengas, salían en el mismo orden que ingresaron, es decir en dos columnas, agitando y arengando muy plácidamente, nada ni nadie los detenía, nadie decía nada de nada, todo era un dominio; por otro lado los integrantes del Comedor de estudiantes, prestaban todo el apoyo para que esto se diera, ya que algunos de ellos se les veía en el mismo grupo, caso de Paquito, Chipana, el Ruso, Gisela, que son miembros del Comité de Lucha de comensales. Terminada la faena del almuerzo, ya en el patio, en medio del Mástil de izamiento de la Bandera Peruana, yacían ya grupos invitados, eran alumnos que venían de UNMSM, UNI, U. del Callao, todos ellos decía públicamente que pertenecían al MAP (Movimiento de Artistas Populares), por su puesto antes ya habían pasado rancho en el comedor, que estaban por allí por invitación; me encontraba esperando que termine para empezar el segundo tiempo. Salí del comedor, en el camino me roce con algunos que nos habíamos quedado a escuchar al orador; líderes de grupos mencionados antes; me dirigí a mi cuarto, entre media hora volví a salir, asumía que debería continuar filmando, la cámara ya estaba cargada , la ruta continuaba, era mi misión hacerlo, a pesar que se corría peligro, pero allí estaba, me di una vuelta por la piscina, luego rebase a la biblioteca, tratando dar otra perspectiva de mi ingreso al rin, con un texto de Rulfo, exactamente, el Llano en Llamas, caminaba rumbo al carnaval de sicuris, allí estaban los invitados que tocaban sus zampoñas, sus quenas, tambores, hacían contrapunto, un rato cada Universidad, algunos con chuyos que casi no se les veía bien la cara, eran aproximadamente las dos de la tarde, habían por lo menos unos cien alumnos entre todas las Universidades, alrededor tirados en el gras, alumnos de diferentes Facultades que oían a los grupos invitados, se escuchaba en heterogéneas versiones el “ Adiós Pueblo de Ayacucho”, por su puesto en la adaptación Cantuta, donde se sentía,….Por cinco esquinas están los Sinchis entrando
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Están…van a matar estudiantes…cantutos de corazón; y la famosa frase…a pólvora y dinamita… ay carajo…se cantaba con unas ganas que hacían retumbar los vidrios de las oficinas del rectorado, en fin todo era permitido, entre los alumnos que por su puesto eran los anfitriones se podía ver, a pesar que se ponían chuyos, pero que por sus ropas diarias y además de verlos todos los días en el pabellón B , en el interior de la Universidad, me eran ya conocidos, allí estaba: El Karateca, Estela, Gisela; Kike ,como que estaba aprendiendo a tocar zampoña, me parecía; Chipana, el ruso, Manuelcha, Martín, El Hermano de Jaime, otros, como Uchiza, Cochinin- el Gordo Zegarra- que también andaba con ellos, estaban : el Loco Marcos que desde el balcón del comedor aplaudía; muchos de los internos de ambos pabellones se concentraba como meros espectadores para matar la tarde , además para analizar el andar de estos grupo; claro está que el famoso Dr. Grillo ya se había fugado después de haber cantado en el comedor, ellos lo sacaban misteriosamente, solo una vez observé por dónde ingresaban y lo sacaban a sus invitados, cosa que contaré más adelante para dejar algunos nudos y desenredarlos en mis últimos escritos, si es que lo llego a publicar algún día de mi vida , porque uno no sabe lo que le puede pasar en el camino, digo esto, no para victimizarme, lo que sucede que estoy haciendo algo que nadie me ha encargado, pero que lo estoy haciendo, ahora si se me llegan a descubrir, pobre de mí, por eso parte de los escritos no los tengo aquí en el pabellón B, algunos solo están en mi memoria , algo he tenido que aprender de la literatura oral de los primeros años, mi corazoncito me dice, que el Gran Uchiza me ha seguido, la última vez que he ido a Lima, eso no se me borra de mi cráneo, bueno, hasta que se pueda, se hará; solo Dios lo sabe- ¡Verdad Mamá¡-. Este día ya se despedía, una jornada en que Cantó un Grillo en el Comedor. La tarde ya cae, el Campus Universitario se está quedando solitario, los que vienen de Lima ya se fueron ; espero la cena, me voy a mi cuarto para guardar entre los fierros de mi camarote , mi colchón viejo y mis sábanas raídas todo lo que he filmado el día de hoy, tengo que rebobinar la cinta para guardar todo bien, mientras pensaba en mi camarote, me tocan la puerta, era uno de los chimbotanos, compañero de pabellón que me decía para ir a la cena, salimos a la comida, cerca de las seis de la tarde, se olía a quinua, llegamos al comedor, ingresamos, la banquete era más moderada, ya que los comensales, eran casi solo los que vivían en los internados, es decir ya nos conocíamos, nos bromeábamos entre nosotros, sin tener que ofendernos, no interesaba el partido al que pertenecían, muchos teníamos nuestra chapa, era de ley, la mía, por hoy en este archivo, no lo digo, salvo que conozcan a alguien que sabe mi chapa y se la dice directamente, pero me conocen muchos, siempre suelo pararme en el comedor a dar mis peticiones como Dirigente del Centro Federado de Humanidades y Arte, además, como delegado de mi sección, hay cosas y casos que hay que reclamar a las autoridades , es una función de hacerlo, pero siempre con respeto, al menos eso creo, recuerdo que mi madre me decía- hijo pórtate bien- estas lejos de tus padres , ese recuerdo estaba en mí, como mi apellido en mis documentos; terminada la cena , llegue a mi cuarto a sacar unos papeles para ir a la biblioteca, para los internos funcionaba por las noches, era entonces un asiduo visitante de la misma, aunque sea difícil creerme, pero allí lo dejo, en fin mi conciencia es la única testigo de mis actos. Estuve en la biblioteca, revisando un libro de Literatura Peruana del Maestro César Toro Montalvo, libro que me lo recomendó, el maestro Zorrilla. Eran ya las nueve de la noche, Salí de la biblioteca rumbo a mi cuarto y solo recordaba la frase: UN GRILLO CANTÓ EN EL COMEDOR.
Nota: Debo indicar que está escrito tal conforme lo pase al borrador en el año 2000, de allí no le hice ningún cambio.
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