Hablando de sabios... ¿a quién le importa lo que dicen los sabios? He presenciado lecciones increíbles, he leído pensamientos que dicen tanto... lo dicen todo y hay quienes sentados a mi lado se han ido a continuar sin haber aprendido nada.

Me pregunto de qué serviría un Cristo, de qué un Diógenes, de qué un Ghandi. Podrían hablar como un Zaratustra a la multitud y se burlarían de él.

¿De qué te quejas, de qué?, si realmente no hay un problema, "tú eres el problema". Tú tienes como nunca todo el poder en tu mano para mejorar las cosas, pero no quieres, prefieres culpar al destino, al Gobierno, al otro y eres tú quien no cambia y por ello nada cambia.

Si tú, el que estás ahí leyendo una vez más, presenciando una vez más "no cambias".

Tú el que prefieres odiar, envidiar y perjudicar al del lado, el que en tu mezquina persona ni asoma la posibilidad de volverte digno de tu propio respeto.

Si no estás dispuesto a amar, el amor no saca nada con llegar a la hora y el día. Si alguien te ofrece el amor que has soñado de nada sirve si lo esperas en quien no te lo quiere ofrecer.

Si en tu interior eres un esclavo de nada importa si no arrastras cadenas. Si eres incapaz de diferrenciar entre el valor de una vida y el valor de una cosa, no te asombre que una cosa tome tu vida.

Sí, porque ya no existen historias como la del chico torpe que extrae la legendaria espada de la piedra, no hay niños con una honda que abatan gigantes, de nada servirán las Roxanas Miranda del mundo, ni de nada la belleza que nos develen las Violetas Parra o los Víctor Jaras. De nada sirven sino tienen la última tecnología recién salida con whatsapp.