Me dijiste con escudos de acero: "Amigos por siempre", Entonces, reprimí mi sentir. Ungiste de miradas mi alma, vaciaste esperanzas ajenas, mimaste mis labios con tus ojos Pero con escudos de acero, alejaste mis dedos del sol Ahora intentas aparecer con tus grises en un cuadro soleado, gritando el amor que sentías y que dices sentir. Aquel amor que me negaste un día Ahora que mi círculo está formado Vienes a mí con un eco desarmado de orgullo ese que plasmo en nuestros destinos días de fatídica soledad
Texto agregado el 08-01-2014, y leído por 186 visitantes. (6 votos)