Estaba sentado en un parque cerca de una tienda comercial mirando la cara de los niños muy felices al salir con los juguetes que sus padres le habían comprado, de pronto me llamo mucho la atención un niño que caminaba tomado de la mano con su hermanito vestían ropas muy pobres, per se les veía felices, se acercaron y me ofrecieron unos caramelos, compre algunos y les pregunte tontamente como se ha hecho costumbre en mi ¿y sus padres que les han regalado para navidad?, el menor de ellos me miro un tanto confundido y su mirada se tornó triste, ¡pensé que bruto eres Christian, como se te ocurre preguntarles eso!, el mayor quizás noto lo incomodo que me puse y me dijo Sr. No se preocupe, lo que sucede es que vivimos solo con nuestra madre, ella está trabajando en casa de una señora y más tarde nos encontraremos en casa para celebrar el nacimiento del niño Dios, me lo contaba tan contento que me dio curiosidad saber más, tratando de no ofenderlo les pregunte, ¿y en tu mesa, servirán un rico pavo de seguro? Otra pregunta tonta, No Sr. En mi mesa habrá un rico paneton y su chocolate, quizás con lo que juntemos podremos comprar un pollo a la brasa y lo compartamos en nuestra mesa, anteayer me dijo el mayor, con lo que juntamos vendiendo caramelos y con lo que mi mamá le pagaron por lavar unas ropas, nos alcanzaba para comprarnos un pavo bien grande, pero mi mamá nos dijo que lo mejor que podríamos hacer es comprar regalos y entregarle a otros niños que necesiten más que nosotros, Yo sé lo que es la pobreza y al verlos pensaba Dios existen niños más pobres que estos, pero al mirarlos detenidamente, entendí que estos niños no eran pobres, eran los más ricos del mundo, comprende que su corazón era enorme y que la malicia no se había acercado a ellos ni los había corrompido, eran más felices que todos aquellos niños juntos que salían con sus enormes y caros regalos, porque estos niños habían comprendido la esencia real de lo que significa la navidad, Dar con amor es mucho mejor que recibir por costumbre, les invite algunas cositas y me quede sentado mirándolos como se alejaban tan felices, mientras los miraba pensaba cuan equivocados estamos muchos de nosotros, desesperados por comprar el mejor regalo o tener la mejor mesa para fiestas, cuando ser felices es tan simple, tan solo basta enseñarle a tus hijos que la navidad no se trata de recibir regalos, se trata de regalar amor.