Me resisto a dejarme dominar por el sueño,
los párpados pesan, los ojos se entornan,
pero cuando deposito mi cabeza en la almohada,
los pensamientos salen de curso,
miles de imágenes revolotean,
recuerdo situaciones, promesas,
planes, ideas, ambiciones, anhelos,
sabiendo que los he perdido para siempre...
Y entonces, las lágrimas afloran...
con una tristeza profunda,
el dolor estremece mi ser...
Mansamente me he entregado
a ser pasto de las fieras,
vencido, agotado de luchar sin sentido,
sin lograr nada más que aumentar el dolor
y ahondártelo a ti también...
No quiero recriminarte, ni perseguirte
para recordarte tus promesas incumplidas,
el volver a insistir con lo nuestro,
sería como remover el fango,
sin razón, sin destino,
sin ganancia para nadie...
Recordaré este último año,
como la mejor parte de mi vida.
Atesoraré los recuerdos,
las cartas, los mensajes,
las fotos, las películas...
Retomaré mi vida
y trataré de salir adelante.
Te deseo lo mejor a ti también,
no te guardo el menor rencor,
sólo dolor es lo que siento
frustración, desesperanza,
por la oportunidad perdida.
Te sigo amando
pequeña niña de piel canela
y ojos color del mar
y... tú lo sabes...
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