TÚ LLEGASTE.
Un día quedé varado en tu playa,
Mis velas huérfanas de viento,
La quilla rota y ya sin aliento,
Perdido el norte,sin esperanza alguna.
¿Cómo levantarme y retomar el rumbo?,
Aquí tendido,sin fuerzas y sin fe,
Busco un asidero que mis ojos no ven
Y adivino un final pronto y piadoso.
Te acercaste despacio,sigilosa,
Contemplaste mi dolor y mis heridas,
Vi entonces tus manos tendidas,
Con gesto amigable y generoso.
Sin prisa,mirando mis ojos dijiste:
"Estoy aquí para curar tu alma",
Yo asentí y entonces tú,con calma,
Te sentaste a mi lado lentamente.
Ya caía el sol por el poniente;
Hoy no habría pregunta alguna,
Solos los dos mirando el horizonte,
El mañana responderá los Porqués. |