Uno Solo
Observo tu cuerpo a mi lado
callado, tranquilo, descansado.
Tu cara refleja paz,
esa paz que da la calma
después de la tormenta.
Te miro mientras entre
mis brazos te tengo
y acaricio tu cabello blanco
y sigo observando, tu lento respirar
la tranquilidad de tu tierno semblante
cual niño, que placido como Ángel descansa
con su alma pura, sin maldad.
Te digo cuanto te amo
en susurros, he invento palabras
para describir lo que siento
al mirarte.
Cuanto daría porque ese momento
no terminara, tenerte así,
pintarte con mis dedos
en esta nuestra cama,
testigo fiel y confidente de nuestro amor.
Amanecer a ti abrazada
después de tenerte mío
fundidos en uno solo
como el mar y arena
en una sola piel, en un solo cuerpo
mirarnos y sin decir palabra
entendernos, no necesitamos más.
Me gusta cómo me amas
y como me tratas eres lo mejor
que me ha dado la vida
y no sabes cuánto te amo
Hemos compartido lo mejor
de la vida, y si acaso discutimos
no dejamos nunca que eso
arruine lo que sentimos
soy tuya y tú eres mío
juntos siempre.
Sigo mirándote mientras
termino el cigarrillo,
y al igual que el humo
asciende hacia donde no hay fin,
mi amor al infinito le sigue,
me acomodo sigilosamente
en tu cuerpo, muy pegada a ti
para seguir sintiendo tu calor
tu respiración que me arrulla,
y así terminar esta noche de amor
entrelazado cuerpo a cuerpo
siendo uno solo,
y decirte cuanto Te Amo...
Bárbara Lavín © |