¿Qué hacemos entonces con los días que pasan por la ventana?

¿Qué hacían antes con los días?

Porque les soy franco, a mi hace rato se me revolvieron los días y las noches y me da lo mismo dormir a las días de la mañana o las días de la noche. Me da un nosequé ver los días corriendo como si fueran las cortinas de mi cuarto, lanzo las manos al vacío y no se me pega ni la melcochuda humedad que se pasea en las faldas de la montaña.

A veces sin saber si son días de noche o días de mañana y por lo tanto sin notar si duermo despierto o si despierto dormido siento las faldas de la montaña; las faldas, sus faldas, que me rompen los huesos, me guardan futuros y que me dejan presentes.

En los días de la mañana abundan pájaros y ardillas que como todo bien, todo bien de consumo se paga por tener, también se paga por tener un bosque, en el bosque hay alacranes, los alacranes pican, y la vez pasada mandaron a una vecina a urgencias, las urgencias también se pagan.

Pero me estoy saliendo del tema, estábamos hablando de faldas -¿no se acuerda?- Yo sí, me acuerdo de que hablábamos de faldas y le quiero seguir hablando de más de lo mismo, de las faldas de ella, de esa que me cubría y que no era mi madre, ni mi tía, ni mi hermana, esa que no era nada conmigo y aún así, conmigo lo era todo. ¿Sabe yo qué busco cuando hablo de faldas? Busco memorias, algo de compañía para la soledad, busco algo con azúcar que me anime el pedazo de nada que se pasa, busco algo dulce que no se me pase por la ventana, y que se quede en los días de la noche y en los días de la mañana.

Antes, en otros tiempos la gente no sabía, cuando uno no sabe duerme tranquilo de noche, y despierta tranquilo de día, el calendario tiene un orden, y la vida no tiene un fin, al otro lado no espera la parca, pues si has sido un hombre bueno te reciben en un jardín de donde nunca deberías haber salido, y en ese jardín no se paga por los pájaros, o las ardillas. Allá no pican los alacranes pues hay seres alados que suavizan los golpes, que protegen las cosas y combaten los males; pero a todas estas, lo mejor de antes eran las faldas, las faldas de antes salían de las costillas de los hombres y eran más lindas, más inocentes, y más puras, hasta que las culebras las engañan a ellas y a nosotros nos engañan las faldas.

Y entonces estamos del otro lado, y yo no se si es de día o si es de noche, y tengo sueño y no me duermo y ya no hay claro u oscuro, todo es gris, y por eso yo le digo, que voy a ser franco, que no sé si son días de mañana o días de noche, y entonces me siento vacío entre el vacío, y le pregunto:

¿Qué hacemos entonces con los días que pasan por la ventana?

¿Qué hacían antes con los días?