Eclipse de rabia y poesía, escrúpulo gargareado; si el despertador no se calla le voy a pegar un tiro de ensueño. Mis ojos eran amarillos... pero de tanto mirar el cielo, oscurecieron... Todo por la puta claridad.
Texto agregado el 26-12-2013, y leído por 286 visitantes. (5 votos)