Buscó el manuscrito perdido de Kafka; lo encontró oculto en un armario dentro de una caja de zapatos. Lo leyó con expectación. Lo concluyó después de 4 horas, con un dejo de placer.
Decidió quemarlo, atendiendo la última voluntad del autor.
Texto agregado el 24-12-2013, y leído por 143
visitantes. (3 votos)