MI PRIMA ISABEL


Gracias a Dios mis hijos no tienen defectos congénitos. Le doy gracia por aquello de haberme casado con mi prima Isabel.
No, no fue motivo de censura mi matrimonio., el que dos primos se casaran era algo muy normal, y aun hoy no se critica mucho ese tipo de unión .
Mi hijo mayor tiene veinte y cuatro años y mi hija Isabel , se llama como su madre, cuenta con veinte y tres . Los dos son dos jóvenes que están a punto de terminar sus carreras universitarias con excelentes notas y loas de sus profesores.
Mi situación económica podría decirse que soy un hombre de una buena posición , pues a la muerte del padre de mi mujer, esta heredo una gran fortuna y propiedades que la hacían dueña de gran cantidad de hectáreas de tierra laborables dedicadas a la siembra y a la cría de ganado vacuno.
Mi vida ha sido una vida holgada donde he satisfecho muchos de mis caprichos. Poseo, ademas, una variedad de escopetas de caza que son objeto de la envidia de mis amigos, mis caballos han sido seleccionados en ferias y concursos . He visitado Europa, pertenezco al mas selecto club de donde tengo mi residencia y he vivido desde que me case, buena salud y dinero.
Mi prima es dulce, simpática, generosa, servicial, leal, absolutamente dedicada a mi y a sus hijos, una madre excelente ,sociable y devota; pero, soy un hombre que no puede decir que disfruta de una plena felicidad conyugal.
La culpa de mi infelicidad es causada por ese mórbido sentimiento mio de no querer herir la sensibilidad de personas a las que, por cualquier diferente motivo, halla engañado o mentido para mi provecho, tanto material como sentimental.

Ya hacia un buen tiempo que mis padres no se tomaban unas vacaciones y, aprovechando la convalecencia de mi madre, después de la operación , decidieron pasar una temporada en la hacienda donde mi tía junto a su esposo , Isabel y la abuela paterna de esta , vivían.
La hacienda estaba ubicada en las afueras de el pueblito llamado San Luis,donde naciera mi padre y al cual tanto me gustaba ir para sus fiestas patronales.
El taxi nos dejo a la entrada de la hacienda, junto a la pequeña y adoquinada carretera .
El Jeep de doble tracción ,del administrador de la hacienda, nos estaba esperando, en el venia mi tía y mi prima Isabel.
¡ Nada había cambiado en Isabel ! Solo que se le notaban un poco mas sus firmes pechos y el pelo mas largo, por lo demás seguía siendo la niña fea que deje de ver hacia ya cinco años .

Las vueltas y desniveles del sinuoso camino hacían que el cuerpo de mi prima, que venia sentada, en medio de mi madre y yo , en el estrecho asiento trasero del vehículo, se apretara al mio y que originara que un escalofrío lleno de sensualidad recorriera todo mi ser. La firmeza del cuerpo de Isabel despertaban en mi instintos lujuriosos.
Después de los saludos, los besos, abrazos y de repartir los regalos traídos de la capital, mi prima con el propósito de enseñarme el nuevo caballo, regalo de su padre, me invito a un recorrido por la extensa propiedad .

– Prima., Veré si me acuerdo de montar – Le dije en tono jocoso,forzando los tonos graves de mi voz, quizá para que ella me sintiera mucho mas varonil que la ultima vez que nos vinos. ¿ Motivos ? Ese monstruo interior que el hombre lleva dentro siempre listo para la conquista y que despierta su sexualidad para el placer y la reproducción .
La tome por la cintura para ayudarle a montar, su espalda se recostó en mi pecho y toda su abundante, limpia y ondulada cabellera me cubrió el rostro . El monstruo me golpeo con mucho mas fuerza. ¡ Una hembra, una joven y virginal hembra..! Que importa que fuera fea, que las lineas y los abultamientos de su cuerpo no se destacaran mas allá de una confusa insinuación , que su nariz amenazara con la similitud de una tosca nariz masculina , que su voz fuera estridente y sus dientes disparejos .
¿ Que le importa eso al monstruo..? El instinto sexual es mucho mas fuerte, mucho mas ciego que el amor, el instinto, el monstruo, no puede ver el interior del ser. El monstruo solo ve el carapacho ,el monstruo solo quiere calmar esa sed que da de repente sin importar la forma de la fuente ni la calidad del liquido que ha de tomar. El monstruo no tiene en cuenta sentimientos,cualidades, ni virtudes.

Lejos, lejos de la casona, debajo de unos inmensos y robustos arboles, desmontamos de los briosos corceles para caminar debajo de aquellos silentes testigos.
. El viento nos trajo el tenue olor de la hierba machacada por las patas del ganado , el eco del ladrido de los perros se sentía en la distancia como recordándonos lo lejos y la soledad del paraje.
Isabel – Le llame en un tono misterioso y a la ves respetuoso, mientra le tomaba de su fuerte mano apretándola discretamente.
– Dígame, primo – contesto inocentemente.
– Isabel...a usted yo la amo. – Le dije aturdido por la impaciencia del deseo, pero guardando la postura del galán conquistador que había ganado entre mis amistades. No; Yo no era un tipo mal parecido y mis conquistas amorosas eran abundantes. Jóvenes de todas posiciones se dejaron amar por mi , dejaron que el monstruo saciara sus pervertidos instintos.
– ¿ Usted.., enamorado de mi..? – Dijo entre sorprendida y molesta, mientras con brusco movimiento retiraba su mano de la mía.
– Si Isabel, hace mucho tiempo, de niños, yo estaba enamorado de ti . Tu recuerdo siempre me ha torturado, siempre has estado en mis sueños, pero solo el pensar que eramos familia y por el temor a la opinión de esta relación que pudieran tomar nuestros padres, nunca me atreví a decírtelo, ¡ Pero ya no resisto mas este tortura de quererte, de desearte..! – Le volví a tomar su mano mientras besaba sus dedos. Mis besos avanzaron por su brazo, sus mejillas, su frente, sus...labios...
Mentía. ¡ Si ! mentía, pero el monstruo disfrutaba de los besos que le daba, del contacto de su cuerpo, del aroma de su piel.. Ella suspiraba pero, de repente, con ligero movimiento se escapo de mi abrazo y, con una ágil maniobra, monto en su caballo.
En silencio la seguí hasta la casa. Sentí miedo ante las funestas consecuencias de mi fingida pasión
¿ Como tomarían su enojo nuestros padres. ?

La cena que nos ofrecieron y donde participaron viejos amigos de mis padres me pareció eterna.
No podía centrar mis pensamientos, mi mente embotada y siempre en estado de alerta solo se concentraba en el futuro problema : mi prima y las consecuencia de mi ardiente y atrevida declaración de amor.
Reconcentrado en mis temores apenas si sentí la presión del pie de mi prima que jugueteaba con los míos.
Con sorpresa mire a Isabel ,que sentada a mi lado , por disposision de nuestros padres, me observaba con una mirada entre cómplice y picara , una mirada que nunca había observado en ella.
Terminada la cena salimos a la terraza, en la confusión de los saludos y abrazos de los invitados nos escabullimos hacia la parte mas apartada y oscura. Ella y yo solo alumbrados por las estrellas que titilaban en el limpio cielo.
¿ Cuantos besos nos dimos...? Solo se de lo inhiesto de sus pechos y de la firmeza de sus carnes.
Al otro día salimos con nuestros caballos y sin decir muchas palabras. nos dirigimos al apartado paraje,donde los robustos arboles fueron nuestros silentes testigos.

Ella indefensa, enamorada, perdió todo el control de su ya vencida voluntad. Yo, mi monstruo sediento tomo, sin pensarlo, del agua cristalina y pura de aquella fuente virgen e inocente.
Fue su primera vez.
Dos meses después nos casamos.
Isabel me había dicho que estaba esperando un hijo.
Mi hijo mayor nació sietemesinos, como aun le dicen a los que nacen al séptimo mes del embarazo,
mentira fabricada para salvar la inocente pureza de mi prima y ocultar mi cobardía.

Los días, los meses, los primeros años de mi unión con Isabel los viví como quien observa, ajeno y distante hechos que le ocurren a otras personas. Mi yo, desdoblado, ensimismado, no podía dar crédito a esos últimos acontecimientos de mi vida ¡ Todo por culpa de ese Monstruo que todos los hombres llevamos dentro..! : Lujuria, uno de los siete pecados capitales.

Tormento diario por mi torpeza. Tortura el despertar cada mañana y encontrar que no era un sueño, que realmente mi fea prima dormía a mi lado y era mi esposa .
Su aliento, sus ronquidos y esa manía de dormir pegada a mi, arrinconandome al borde de nuestra amplia cama matrimonial. Ese despertar, con la claridad de la mañana , cuando el sol, sin permiso , se filtraba por la ventana de nuestro dormitorio y, verla desnuda, sin volumen en sus nalgas, sin el amago de alguna curva en sus caderas..con su torso desproporcionado, donde se marcaban amplias y separadas costillas y, aquellos delgados y largos brazos marcados por unas gruesas y zigzagueantes venas de color azul.. ¡ Durante mas de veinte años..!
El mismo despertar.
Dice una vieja sentencia : Al que no quiere caldo se le dan tres tazas.
Isabel es dulce, simpática, generosa, servicial, leal , dedicada a su familia y es , ademas, frígida .
Después del parto , donde nació nuestra hija, jamas deseo tener sexo.
Repele cualquier acercamiento donde ella tenga que cumplir cualquier acto erótico .
¿ Como decirle, entonces, a esa mujer que quiero el divorcio . Como decirle sin herir sus sentimientos ni el de mis hijos..?
A veces, cuando el deseo es incitado por ese ya dormido monstruo que aun vive en mi interior , casi obligando a mi Isabel , en un loco arrebato, la hago miá . Al final el acto me resulta insípido, vacio, sucio. Mi prima solo se deja hacer el amor, sin moverse, sin un quejido, sin un suspiro, sin experimentar ningún placer, ni tan siquiera el placer de satisfacer, en ese sublime momento, al mentiroso marido que aun le dice al oído que la ama....



















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