Sabias fueron mis mariposas que a pesar de tu promesa, no vistieron telas de seda, no aguardaron tu venida ni la llegada de miles de estrellas. Esta vez no se llenaron de purpurina por que intuyeron que otra vez tu mentìas. Ahora sus relucientes alas no visten ropa de fiesta, ahora descansan, no se agitan a pesar de tu aroma.
Texto agregado el 21-08-2004, y leído por 295 visitantes. (9 votos)