Ahora hay versos sin ritmo, sin medida. Armonías hechas sopa; algoritmos, que se rompen.
Silogismos vueltos garabato, confusiones; errores, de los que escapan correcciones y prudencias.
Una navidad rimada en martes de burdel; un coctel, tres partes de verdad y dos de antagonía.
Es así, se rompen, se quiebran; incorruptibles se consagran al oficio de nunca rimar bien.
Texto agregado el 17-12-2013, y leído por 116
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Lectores Opinan
17-12-2013
Se puede rimar el pavo de Navidad con los turrones y podemos hacer unos versos libres con el champagne, aunque las burbujas suelen marear y luego vendrán las faltas ortográficas y las rasgaduras de vestiduras. IMST