Mientras algunos, los que en su complejo de inferioridad pretenden tergiversar a éste, así como a su carencia cognitiva, construyendo moradas materiales, casas y no hogares; pensando que no se colapsarán y derrumbarán a la postre. Al no tener nada sustancioso para dejar como un legado trascendental y catártico. Se conforman al edificar con ladrillos el fruto de su paso por la esfera de vida y que su obra les sirva de fachada, una coraza para ocultar su ignorancia. Tratan de negar que existimos nosotros, los que tratamos de trascender en nuestras letras, construyendo castillos en el viento con nuestros versos. Mientras las casas pueden durar cien o doscientos años, se olvidará el vulgo quién fue su arquitecto, pero... los poemas perdurarán para siempre, los poetas viviremos eternamente en ellos y aunque transcurra el don de Cronos, siempre habrá, así transcurran mil años, quién nos reviva al leer nuestra creación poética y vivirá por siempre el autor, el poeta.

Lo que que es imposible en la vida, es posible en la poesía; el verdadero peligro de este mundo, no es que los hombres dejen de pensar, sino que se deje de crear poesía y desaparezcan los poetas y con ellos, las fantasías de sus versos. El poeta es un embotellador de nubes.Trabaja empacando sueños; plazmándoles, narrándoles, desangrándose de palabras. Mientras otros buscan la felicidad o se abstraen en la cotidianidad materialista de este hemisferio; él, el poeta, la hace en sus letras vehementes y ellas, transportan con el poder de la imaginación a mil lugares diferentes en tan sólo un segundo y hacen sentir infinidad de emociones en la intensidad de sus textos embelesados con los arrumacos mágicos de la retórica.

La poesía es la primera obra de la creación divina. Al principio todo era sólo cáos y se necesitó crear el orden; pero para ello, se necesitaba un lenguaje, entonces, nació; la creación cedió ante ella que era el idioma de Dios y de los Querubines. En una muestra de su existencia se colgó a la luna en el cenit; es un recuerdo de esos días para que siempre hubiera alguien inspirado al contemplarle y escribiese para que nunca perezca; por eso, es su aliada, su guía, la compañera de los poetas; porque desde el principio ella fue primero, antes de todos y sólo después del creador.

"Los poetas crean castillos en el aire. Los locos los habitan;
y los psicoanalistas cobran la renta..."

Alejandro Ornelas ®