Soñando en tus ojos

Soñaba con un cielo calmo
y altas montañas.
Juraba oír el murmullo creciente
del atardecer,
la floreciente estación vespertina,
un llanto apagado,
las gentiles caricias de una brisa.
Y entre esos ecos insonoros
en que tu voz despertaba,
me alcanzó el tiempo detenido
en la cumbre de tus pestañas.
Emergía entonces tu rostro
nadando con las nubes,
tu boca en un arco, hablando,
la fama de tu perfume.
Me inspiraban realidad,
me quitaban del sueño,
pero tus ojos prohibidos
me arrojaban al cielo.
Soñaba con un cielo calmo
y altas montañas,
mas eran tus ojos
que en verdad me soñaban.
Algo en tus labios, sonidos extraños:
“¿Me estás escuchando?”
El cielo en calma, la tarde y la brisa,
las altas montañas:
eran tus ojos en los que soñaba.