Estaba terminando de grabar una improvisación de teclado, cuando me dio hambre; por eso dejé de grabar por un rato mientras fui a la cocina a buscar algo de comida; son las once de la noche, mis padres están durmiendo y yo todavía no he terminado mi trabajo musical, por eso, quiero comer algo. No sé si es por ansiedad o si es verdadera hambre, pero el hecho es que quería comer algo. Cuando me dirigí a la cocina, prendí la luz, abrí la nevera, observé ligeramente todo el espacio y me di cuenta de que había varias arepas de queso, al verlas, siento que mi apetito se incrementa, cogí el paquete en el que estaban, vi que habían cuatro, y un pensamiento llegó a mi mente: “No dejes para mañana, la comida que te puedes comer hoy”, así que saqué una de las arepas, hice un doblez al paquete, lo guardé dentro de la nevera y la cerré.

Mientras sostenía la arepa con una mano, con la otra abrí uno de los cajones que están adheridos a la pared, busqué un plato pequeño para colocarla, pero no podía sacarlo, pues unos vasos colgados me estaban impidiendo sacarlo con tranquilidad, por lo que tuve que coger uno de los vasos y ponerlo en otro compartimiento; ahora sí pude sacar el plato, puse la arepa sobre él, y luego me agaché para abrir el mueble inferior en el que se guardan las sartenes, al sacar una de un tamaño medio, se golpeó con una olla grande, lo cual hizo que sonara un ruido muy alto, pensé que mi mamá vendría a regañarme por estar haciendo ruido, pero afortunadamente no se despertó.

Puse la sartén sobre uno de los fogones, luego cogí la arepa y la puse sobre la sartén; traté de prender el fogón, pero un ruido intermitente me indicó que no estaba prendido el artefacto que hace que el fuego surja, por lo que tuve que agacharme, abrir el mueble y mover el mecanismo de color amarillo noventa grados, y después cerré el mueble. Volví a intentar prender el fogón y esta vez sí salió el fuego, que me pareció era de color azul.

Mientras la arepa se calentaba me devolví para mi cuarto y vi qué estaban dando en el televisor, estaban presentando una serie de procedimiento policial, me quedé viendo por un par de minutos y me devolví a voltear la arepa, cogí una cuchara y le di la vuelta a la arepa, me había demorado en voltearla pues ya había sectores en ella en los que se veía que se estaba quemando; regresé de nuevo para mi habitación, me recosté sobre mi cama e intenté entender otra vez la historia de la serie, pero no logré comprenderla.

Me levanté y toqué unas cuantas notas en mi teclado, posteriormente volví a la cocina, le di la vuelta a la arepa, apagué el fogón, y giré el mecanismo que activa el fuego. Con la cuchara pasé la arepa de la sartén al plato, como estaba muy caliente, tuve que esperar, me fui para el comedor y tomé una manzana roja pequeña, me dirigí hacia el baño auxiliar y la lavé, luego estuve caminando por toda la sala mientras me la comía, cuando terminé, boté la raíz en la caneca de la basura de la cocina y me comí la arepa. Después de terminar de grabar preparé otra arepa para yantar. Cuando ya me iba a dormir empecé a sentirme mareado, por lo que fui a la cocina y llené un vaso con agua, sentí que el agua me estaba observando, antes de tomar el vaso por la oreja, fue minimizado y sumergido dentro del vaso, intenté nadar hasta la superficie, pero estaba muy lejos, no alcancé a llegar y me ahogué.