Ante las dificultades por realizar cambios profundos y necesarios
por la resistencia de los sectores más retrógrados,
y que gozaban de la situación, un alumno dijo:
- Profesor, para cambiar las cosas sin problemas,
creo que hace falta un gobierno dictatorial,
que proceda sin vacilaciones.

Ese día, el Profesor Mirlate los hizo examinar la esencia
de las dictaduras de derecha o izquierda, y llegaron a la conclusión
de que en ellas se atropellaba siempre la dignidad humana,
causando mucho dolor y muerte.

Analizaron la actitud de Nelson Mandela en Sudáfrica:
Su política era de no violencia, aunque él la padeció;
Recordaron también a Gandhi, en la India a quien asesinaron.
Y a Luther King, pastor protestante
que defendía la dignidad de los negros en EEUU,
igualmente asesinado.
Ellos consiguieron en gran parte sus propósitos,
evitando mucho derramamiento de sangre,
sobre todo, sangre de los que querían enaltecer:
los pobres y marginados de siempre.
Grandes hombres en la historia.

Para concluir, el profesor les hizo discutir y analizar la siguiente premisa:
“La peor de las democracias
es mejor que cualquier dictadura”,
y les advirtió:
Nada de lo que opinemos es Palabra de Dios;
nosotros sólo procuramos buscar la verdad.