Soy eso para ti: El miedo que tienes a la oscuridad. La tristeza que carga el recuerdo de tu abuelo. El odio que le tienes a las etiquetas en la ropa nueva. Tus manos frías cuando hace frío de a deveras. La mirada libertina cuando quieres que te tome, que te rompa. El jadeo de cuando subes veinte escalones a quemarropa. La alegría de lograr lo que te has propuesto. Lo que hay en tu puño cerrado, constreñido, cuando te hacen rabiar los mamones. La boca seca cuando dices mentiras. También la hermosura de tus ademanes cuando recitas y la reflexión en el eco de tu silencio... Hay más: La luna llena, las masas idiotas, el policía corrupto, la hediondez del vagabundo y las piernas que se cruzaron en mi camino. Lo inevitable, digo.