Podríamos dejar un día que el mundo acabe y no salvarlo siempre con tus besos. Tomar tan solo aquellas imágenes acuosas y dejar que escapen y caigan lloviendonos por dentro. Robarle los trazos a Goya. y pintar, oscuro, nuestro entorno. A los recuerdos olvidados no salvarlos y no salvarnos nosotros tampoco con él. Y si hemos de salvar algo de este mundo que sea siempre tu cuerpo tibio y húmedo junto al mío.
Texto agregado el 11-12-2013, y leído por 156 visitantes. (2 votos)