1.- Cuando cualquier figura de autoridad (si es un anciano con cara de mago, mucho mejor) te enrole dentro de una banda de malandrines de poca monta que supuestamente quiera recuperar un legendario tesoro perdido, acéptalo sin mucha objeción. De seguro es porque al final sacarás algo bueno de ello (aunque en un principio no lo creas ni tantito).
2.- Primera prueba: Tus compañeros (los cuáles te toman como su vil sirviente) te enviarán, invariablemente, a que los proveas con alimentos y, casualmente, te encuentras con unos güeyes todavía más guarros que están haciendo una carne asada. Como eres novato, te capturarán a ti y a tu banda, pero si los distraes hasta la salida del sol (que es cuando se pueden convertir en piedra o puede llegar la policía), entonces luego podrás liberar al resto de los “tuyos” y te ganarás algo de su respeto.
3.- Después de pasar un rato de descanso en un spa de lujo llamado “Rivendell”, te pierdes en unos túneles oscuros y te encuentras con un tipo de deprimente aspecto y con el cerebro tan acabado que le dice “mi precioso” a un méndigo anillo de cuarta pintado de dorado y que no vale ni cinco pesos (y que, por ello, no tienes empacho en adueñártelo). Es ahí donde debes de hacer gala de tu intuición y sapiencia, pues las necesitarás a la hora de resolver el concurso de acertijos que el sujeto ese te propuso para salvar tu inmunda vida.
4.-Ya habiendo salido de los túneles, deberás prepararte para…seguir corriendo como alma que lleva el diablo, pues te aguardan persecuciones con lobos gigantes, incendios forestales y arañas de proporciones descomunales. Si nunca has hecho ejercicio y estás pasado de peso, pues vete ejercitando, pues te va a hacer mucha falta (y de paso, consíguete un arma o espada decente).
5.- La buena noticia es que salvaste a tus amigos (ya les puedes decir así, porque ya te tomaron afecto y tú a ellos) de morir devorados por arañas. La mala es que ahora otros güeyes más bonitos que ellos los tienen presos. Como para estas alturas ya habrás agarrado coraje, determinación y creatividad, se te ocurrirá una buena manera de sacarlos de la cárcel y seguir mejorando tu buen prestigio. (Una buena sugerencia es meterlos dentro de barriles de vino o cerveza, como lo hacen en las fronteras al contrabandear alcohol, ¡pero no se te vaya a ocurrir meter al más panzón del grupo dentro del barril más chico, por favor!)
6.-Como el descanso nunca es suficiente, se toman otro en un pueblito mágico llamado Valle, cerca ya del codiciado objetivo. Procura pasar tiempo de calidad con tus compadres, porque lo que viene no va a ser muy bonito y puede que luego hasta más de uno te la miente.
7.-De nuevo, el grupo te manda a inspecciones peligrosas, olvidándose, de un momento para otro, todo lo que hiciste por ellos, y rebajándote de nivel. Procura no despertar a quien esté custodiando el tesoro (¡oye, después de todo sí era real el supuesto tesoro!) y, en caso de ya haberlo sacado de su letargo, pues escóndete lo mejor que puedas y que te valgan madres los lugareños que tan bien te atendieron en tu estadía (suena feo, pero qué se le puede hacer).
8.-Sin que tus compañeros te vean (primero asegúrate que estén vivos, eso sí), toma algo del tesoro que sientas que te pueda ser de utilidad. Con esto no te digo que te embolses la mayor cantidad de objetos posibles (tampoco se trata de ser ambicioso), pero sí algunas pocas cosillas de un valor aparentemente “insignificantes” o de tamaño y brillo discreto, pues infaliblemente, esos son los artículos que serán decisivos a la hora de llevar a cabo decisiones cruciales.
8.- Desempolva todo lo que sabes acerca de algo de lo que siempre habías oído mencionar pero hasta ahora nunca habías tenido que aplicar: el diálogo y la diplomacia. Como el líder de tu banda de seguro está enemistado con algún otro líder importante, entonces escabúllete de tu escondite y ofrécele algunas opciones para que exista una negociación entre ellos (es ahí donde puedes utilizar alguno de los objetos que previamente te “embolsaste”). Seguramente, con tu proceder, luego tu “cabecilla” maldecirá tu nombre y la hora que te trajo consigo, pero todo sea en aras de obtener algo de paz.
9.- Cuando pensabas que lo peor había pasado, viene la confirmación de que te equivocaste gachamente. Después sobreviene una batalla épica donde los que antes eran enemigos se terminan hermanando para derrotar a un enemigo común más poderoso. Se suceden varias muertes en el campo de batalla y tú, entonces, comprendes que el mundo es mucho más cruel y sangriento de lo que llegaste al pensar. Horrorizado, ves como varios de los amigos que recién has conocido fallecen ante ti, pero te consuela el hecho de que, a pesar de todo lo que tú y ellos han realizado, te siguen estimando y se perdonan mutuamente sus injurias.
10.-Física y moralmente desconsolado, pero habiendo pasado por la aventura de tu vida (la cuál vale mucho más que los pocos tesoros que quisiste llevarte), regresas a tu casa, encuentras que varios de tus parientes incómodos se están repartiendo tus bienes porque te dan por muerto y tú, para mantenerlos a raya, los mandas al diablo y así, comienzas a vivir una nueva existencia, con un punto de vista de las cosas distinto, pero de cierta manera, más feliz y reconfortante que cuando te fuiste, ya que hiciste cosas muy provechosas en tu camino. Así seguirás hasta que te des cuenta de que el supuesto “anillo de cuarta” que te encontraste en los túneles, es en realidad un peligrosísimo artefacto de dominación creado por un poderoso y maligno ser. Pero de eso ya se encargará el idiota mantenido de tu sobrino.
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