TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / primo / Eva y la serpiente

[C:53378]

Como por arte de magia, como por invención de un cómodo autor, ya es la una y media de la mañana. Afuera, sólo frío, niebla, y noche. Adentro, también. El triste frío rasguña mis huesos en gritos de dolor; la niebla, insensata, cruel, ahoga el respirar de mi corazón, esa mujer viva, vibrante, esquiva; la noche, boca arriba para muchos, oscurece la luz que de sus ojos brota.
Acaso de eso se trate el mundo. La separación de estos mundos (que a simple vista son opuestos) es nula: el afuera, el adentro, son acaso la misma cara de dos monedas.

Ella se desgarra a gritos. Grita a través del muro, pidiendo a quien la oiga que la deje de oír, que no escuche su pedido. Ella tiene miedo; miedo a ellos, que del otro lado de la pared pastan y regurgitan su inmensa soledad bañada en ese almíbar espeso de falsa realidad. Ella tiene miedo; miedo a esos que con martillos redentores intentan destruir el muro de su injusticia. Ella tiene miedo a vivir sin morir, a morir sin vivir. Ella tiene miedo, y lo bien que hace. Pues, ¿qué es la vida sino un gigantesco miedo, y un módico valor para enfrentarlo?

En noches como esta, le gusta tomar café. A veces, cuando está más triste que lo normal, le pone whisky; otras, acompaña su whisky con un café. Y hay otras en que prescinde del café, y sólo acompaña su dolor con whisky.
El alcohol acompaña cada centímetro de su muerte. De a poco, pero sólo en esas noches, destruye su soledad. De a poco rompe su muerte, y su vida. Pero es su único compañero. El ardor nocturno roza su boca de singulares labios, para culminar su recorrido febril en un lento ir y venir de risas, de llantos, de breves raptos de lucidez; un ir y venir de fríos y de lágrimas (esas lágrimas que no son parte de los llantos...). A veces la pienso sola, ahogada de luna y de soledad, dejando que sus lágrimas rueden impasibles sobre sus mejillas, viendo más allá del último horizonte, hablando con Dios. Acaso le pregunte si yo, alguna vez, la he dejado de adorar. Y el mar...

Anoche tuve un sueño extraño. La serpiente, oportunista y cruel, penetraba en mi interior a la altura de mi ombligo. Recorría mi intestino, mi estómago, mi esófago, para al fin refugiarse en mi pecho, ya vacío, no recuerdo por qué. Y la serpiente, desde su nueva guarida, controlaba mis movimientos, uno por uno. Decidía mis palabras, me obligaba a recorrer los caminos más tortuosos e indignos, me mostraba el codo, y me quitaba la mano. Y, luego de varios minutos (o años, tal vez, pues uno nunca conoce del todo el comportamiento de los sueños), la serpiente abandonaba mi pecho saltando hacia afuera de mí como un resorte bien aceitado. En ese momento, me desperté con el rostro empapado. El sabor salado del líquido que ahogaba mis labios me confundió entre el sudor y las lágrimas. Aún no he visto la luz del misterio.

Como por arte de magia, como por invención de un cómodo autor, ya son las dos. Creo que me voy a acostar. A lo mejor hoy me encuentre con la serpiente, y aclaremos algo. Tenemos mucho de qué hablar. Sólo quiero agregar que ella, que llora su soledad en las noches de luna, ya no me mira. Como en una poesía de Jacques Prevert, Dèjeuner du matin...


Nota. por estas últimas palabras ver mi texto "desayuno".

Texto agregado el 21-08-2004, y leído por 258 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
04-12-2005 me dolió, es que -digo- que "tengo miedo" (no quiero "buscar", pero canto boleros) Nocturna
24-11-2005 Y si como dice Bitter... una creación magicamente perfecta... denada
25-02-2005 Mira Primo no pondre critica, (menos a vos) solo te digo que tu tecnica me impresiona por su fluidez, ambivalencia, fuerza narrativa. Me gusto mucho tu prosa en este texto. peinpot
24-10-2004 Bueno, el título sólo ya remite a algo muy conocido: "El Paraíso". Eva, la mujer; la serpiente, el elemento que hace que la mujer obre de forma "pecadora". En algún lugar leí que la serpiente es un símbolo sexual. También tiene mucho de símbolo de fuego, de inteligencia instintiva. La serpiente nos lleva y nos aleja pues, del Paraíso. Ese lugar ideal al que todo ser aspira; un un lugar lejano en la memoria, tanto que apenas se atisba. Sólo a veces vemos un poco de su luz, desfigurada, ahuyentada, amorfa. El hombre tiene impresa en su existencia la imagen de un paraiso y de alguna forma lo busca desesperadamente a lo largo de su vida. Y a través de él, de su huella, se nos devuelve al otro lado, añorado, en la otra parte del muro. Sólo el sufrimiento, la soledad y el llanto son los testigos de la vida. Me encantó leerte. isa :) isa-bell
13-10-2004 como por arte de magia... las palabras aqui rozan oscilantes entre lo àspero y lo aterciopelado... este, creo, es todo un logro.... bittersweet
Ver todos los comentarios...
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]