A Calixto, también le llego la invitación vía facebock. Los integrantes de la promoción 85 del Colegio Nacional Callao, se iban a reunir el sábado de 25 de enero, en el entrañable “Jibarito” de la Av. Faucett después de 29 años.

Ja ja ja ja se río Calixto cuando pensó en aquellos imberbes. Ji ji ji ji se río malignamente frotándose las manos, imaginándose lo que iba hacer.

Los días fueron disminuyendo acercando al encuentro de los “amigos” -como estarán esos granujas, seguros pelados, gordos, golpeados por la vida- pensaba Calixto que se había quedado calvo y le faltaba algunos dientes.

Los primeros en llegar a la reunión fueron Morante y Avila. Las mesas estaban reservadas. Se sentaron juntos. Siguieron llegando: Fernandez, Chero, Cambero, Silva, Nico, Peña, Carazas, Castillo, Pûccinelli y cada uno con efusivos abrazos se reencontraron. Algún distinguió que salía de la cocina sigilosamente Calixto. Que después de los acontecimientos supimos que era hermano del Administrador del restaurante.

Las anécdotas no pararon. Las carcajadas hacían recordar las palomilladas del colegio. Calixto al extremó se reía también pero al contrario de los demás, su sonría le rememoraban el Bulling que estos viejos, en su juventud abusiva le hacían todos los días.

Y, encima, recordaban con lujo de detalles las cosas que le hacían al pobre de Calixto, en aquel Colegio Nacional. ¡Salud! se oyó de pronto, ¡Si Salud! Dijo Calixto parándose. Y todos tomaron aquel pisco souers del mal sabor, que todos supusieron que era por un pisco barato.

¿Donde esta el baño? Pregunto disimuladamente Morante al mozo. Llego con la gusta. El escalofrío le recorrió todo el cuerpo. Debe ser el arroz con marisco intuyo. Luego Carazas, fue al baño, después Fernández, luego Chero, y así todos al baño, que quedo atorado, por la cantidad de promoción que se juntaron ese día. ¡Pisco de mierda! dijo alguien, nos ha cagado el vasilon.

El Baño del “jibarito” quedo como baño de colegio nacional.

En el bolsillo de Calixto sus dedos tocaban la botellita del laxante que combino con el pisco souers. Tímidamente se reía con un gozo a venganza ¡a mi con bulling! pensó.