FESTEJO

La luna festeja en la tierra.
Revuelca su amarillo rubicundo
sobre la vegetación soñolienta,
besa las cavernas,
eructa maravillada
su brillo empalidecido
sobre los géiseres,
sobre los acantilados agónicos
mojados días y noches
por las aguas del mar
hace millones de años.
Absorbe el vaho
a pescado,
la pestilencia del marisco,
lo que incentiva su erección.
El cuerpo yerto del mar
con su tufo salífero besa la playa.
La luna pestaña, camina,
sube, danza ¡Feliz!
Despilfarrando su inocencia
Igual que una virgen
estimulada.
De alegría
empaña la cadera morena
de la noche de color oro
resplandeciente,
se tiende sobre las aguas,
descansa en la arena,
parpadea encandilada
rodeada por millones de broches
intermitentes, como perlas
saturadas del brillo nacarado,
que salta de allá arriba.


JOSE NICANOR DE LA ROSA.