Puedo escribir los pinches versos más cabrones esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La pinche noche está estrellada,
y tiritan, azules, los putos astros hasta la chingada.»
El viento culero de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más pinches esta noche.
Yo la quise, y a veces la cabrona también me quiso.
En las pinches noches como ésta la tuve entre mis piernas.
La besé un chingo de veces bajo el cabrón cielo infinito.
La cabrona me quiso, a veces yo también de caliente la quería.
Cómo chingados no haber amado sus pinches putos ojos fijos.
Puedo escribir los pinches versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentirme pendejo porque la he perdido.
Oír la pinche noche inmensa, más inmensa y gacha sin ella.
Y el puto verso cae al pinche alma como al pasto el pinche rocío.
Qué chingados importa que mi amor no pudiera guardarla.
La pinche noche está estrellada y la cabrona no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos... un pendejo canta... ¡A la chingada!.
Mi pinche alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada cachonda la busca.
Mi pinche corazón la busca, y la culera no está conmigo.
La misma puta noche que hace blanquear los mismos pinches árboles.
Nosotros, los pendejos de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cómo chingados la quise.
Mi pinche voz buscaba el viento para agasajar su cachondo oído.
De otro cabrón... será de otro cabrón. Como antes de mis pinches besos.
Su pinche voz, su pinche cuerpo claro. Sus putos ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez cachondo la quiero.
Es tan corto el puto amor, y es tan largo el pinche olvido.
Porque en pinches noches como ésta la tuve entre mis mis piernas,
Mi puta alma no se contenta con a la cabrona haberla perdido .
Aunque éste sea el último pinche dolor que la cabrona me causa,
y éstos sean los últimos pinches putos versos que yo le escribo.
(Versión mexicanizada de algún poeta arrabalero y borracho de cantina
de la ribera de Chapala, Jalisco; México del poema XX de Pablo Neruda). O sea Yo.
Alejandro Ornelas... |