TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / foca_89 / El sacrificio.

[C:533442]

Sombra, Sangre, Sudor...Entremezclados bajo la tenue luz de un candelabro moribundo.

Una virgen llora, su verdugo se compadece y se quita la mascara para que viera ella, el rostro penoso de quien llevaría a cabo la condena y ejecución.

La luna tras las nubes llora. Estado menguante, agotado y agónico. Sufrido, dolido e ignorado.

Un cura persigna a quien ha de morir esta madrugada, las 2 y 45 a.m., a menos de 30 minutos del ritual, un día martes como nunca habrá visto aquella muchacha quinceañera. En la mente del pontífice, perversión, depravación y amor por el sexo indebido. “Quizás con un látigo y algo del fuego de las velas, esta chica podría morir por lo menos sin ser ya mas una virgen”, es lo que el piensa mientras reza sus blasfemos conjuros.

Una espada al lado de una copa, un escudo debajo de ambas, un telón de seda purpura y escarlata. Todo sobre una mesa, una especie de altar, la niña observa entre lagrimas desde abajo del podio.

Entre sombras se ve mas gente, rodeando la pequeña sala de la catedral italiana. Nadie ostenta un rostro claro, solo son sombras con forma humana, nubosas y de sádicas risas. Fuera de aquellos murmureos, un silencio casi sepulcral, digno de algún mausoleo olvidado del siglo XVIII.

Ella suda sangre, el espanto psicológico por que el se ve sometida es abismal. Sabe que va a morir, solo quiere que todo termine pronto. De la nada el cura termina sus oraciones, los presentes hacen silencio, el verdugo se pone la mascara nuevamente y empuña su herramienta de trabajo.

Baja desde el altar, otro sacerdote, se embiste con el telón de seda, su rostro queda cubierto de sombras, a penas se distingue su sonrisa. Coge a la chica por el cuello, levanta su rostro y la besa para luego susurrarle al oído “ya todo terminara, el clamor de las llamas de nuestro dios te esperan, agradecenos”.

Se retira a paso lento y firme, toma la espada y el escudo, hace entonces un gesto al verdugo, levanta la empuñadura maldita de su mano derecha y la azota tres veces contra el escudo en su brazo izquierdo.

Es aquí cuando ella grita, no se encuentra amarrada de ninguna forma, podría correr si quisiera, pero sabe que no le servirá de nada. Agacha su cabeza y solo una frase sale de su boca, “madre pronto te alcanzaré”.

El hombre de la capucha hace entonces justificación de su titulo y de un solo y fugaz golpe decapita a Antonieta.

Dicen que tras la decapitación quedan 7 segundos de conciencia, donde la virgen alcanza a ver el arrepentimiento de sus captores.

Texto agregado el 03-12-2013, y leído por 219 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
09-12-2013 CREO QUE NO NECESITARE DE ESOS SIETE SEGUNDOS QUE LA VIDA TE REGALA EN LA PIEDAD DE LA MUERTE, UN RELATO PLENO DE IMAGENES QUE DESCRIBEN LA ESCENA DONDE EL VERDUGO EJECUTA LA VIDA SIN PIEDAD. UN ABRAZO ME ENCANTO TU RELATO rolandofa
03-12-2013 Una maravillosa semblanza de los últimos momentos de un ser humano. Los siete segundos finales son infinitos como es infinita tu idoneidad para escribir. ***** odliam
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]