Espejo

Desde el origen de los tiempos se escuchan historias de espejos, algunos mágicos que devuelven juventudes eternas y los que solo reflejan realidades. Los que delatan vampiros y los que rotos presagian años de desgracias.
En general adoptamos un criterio bastante piadoso al momento de reflejarnos en ellos. Somos más críticos para las fotos, que pocas veces nos convencen; no existe en el mundo una foto de documento de identidad o pasaporte que nos deje con algo de dignidad. Pero con el espejo sobrevuela un pacto de no agresión. Una clara aceptación a un engaño autoinfligido.
Otro aspecto importante de destacar la actitud del sexo débil a la hora de enfrentarse en los espejos de comercios. probadores o grandes vidrieras. Siempre remiten a una mirada cómplice con movimientos ondulantes para satisfacer su ego, no importa la cantidad de ellos en que se reflejen, en todo momento pasaran revista a su cuerpo, de soslayo o enfrentándolos.
Las llaves, el celular, la cartera y la paseada por el espejo son los protocolos imprescindibles en toda salida.

OTREBLA