Un día observando por la ventana notó varias estructuras de hierro en color rojo y blanco, parecieran árboles multiplicándose a corta distancia, es una invasión de estructuras de metal muy altas, le pareció extraño, ahora dichas estructuras se combinaban con el paisaje o mejor dicho pasaban a formar parte del paisaje pero de una manera rápida e impuesta, no se adaptaban a las normas de proyección de la ciudad, aparecían y crecían a diario, las estructuras formaban parte del cotidiano vivir de los ciudadanos.
Su forma parece la de un trípode enorme de color rojo y blanco, en su cúspide tienen varios aparatos redondos y rectangulares, en su ápice tienen también una luz roja intermitente como una forma de comunicarse con las demás estructuras, ésta luz roja se enciende y apaga cada cierto tiempo, un día en particular observo como a varios metros de su casa una de esas estructuras estaba creciendo e implantándose muy cerca de él, tuvo un poco de temor por estar cerca de ella, cuando la estructura fue terminada, su altura fue tal que opaco a todas las casas, apartamentos y arboles a su alrededor, se erigía como un emperador mandando a sus subalternos, pasaron varios días y él observaba a la estructura, le tenía un poco de miedo, pero poco a poco fue tomando valor y decidió investigar más de cerca, cuando estaba a una distancia de 25 metros de la estructura de metal notó su embargadora y tuvo que inclinar su rostro al cielo para ver la cima, unos cables negros muy gruesos descendían de esta y se clavaban en la tierra otros cables gruesos se introducían en una habitación muy pequeña, se acercó un poco más, oyó un sonido agudo y constante, puso más atención al sonido y de repente un zumbido agudo y fuerte se le clavo en el cerebro, le interfirieron la mente, el zumbido fue tal que se afianzo con la mano derecha de un puerta de metal, luego se llevó las manos a la cabeza para tratar de mitigar el dolor que sentía por el zumbido emitido de la estructura de hierro, como pudo se alejó de la misma y el dolor en su cabeza fue menguando poco o poco, llego a su casa impresionado y temeroso, la estructura de metal lo había atacado.
Investigo lo más que pudo sobre dichas estructuras y averiguo que son unas antenas, estas sirven para la telefonía celular, ahora con la tecnología de esos teléfonos dichas antenas se habían multiplicado por todos lados, la causa de su aumento son los mismos teléfonos celulares como su nombre lo indica la comunicación de estos es a través de células, por eso las antenas para transmitir la señal lo más rápido posible, esa noche miro por la ventana y la antena mostraba su poder, la luz roja de su cúspide se encendía y apagaba, a lo lejos oyó el zumbido agudo con el cual lo había atacado la antena, rápidamente cerro la ventana y puso una cortina oscura para no observar la luz roja intermitente de la misma. Esa noche no podía dormir el insomnio lo embargo por completo, sintió como la antena lo seguía atacando pero él no sabía cómo a esa distancia seguía emitiendo el zumbido agudo que se le clavaba en el cerebro, paso despierto toda la noche, encendió la radio y a los pocos segundos una interferencia se oyó en ella, notó como el celular que tenía resplandecía en la mesa de noche, lo tomó y vio en su pantalla la imagen de una antena muy pequeña esta mostraba tres barras, inmediatamente lo apago y pensó: “no puede ser, es tan poderosa la antena que me está atacando por medio de la radio y el celular”, después de apagarlo, lo guardo en una gaveta, le puso doble llave a la misma y se quedó muy pensativo.
Un día por la tarde tomo la decisión de acercarse lo más posible a la antena, camino muy lentamente y cuando estaba de nuevo a 25 metros de la misma dudo un poco, puso su espalda contra la pared de una casa y se quedó muy quieto, de repente de una ventana entre abierta oyó una voz que le susurraba:
-Ten cuidado no te acerques mucho, los campos electromagnéticos te puede atacar-
-Perdón ¿Cómo dice?-le preguntó.
-Sí, hay que tener cuidado esas estructuras atacan con sus ondas electromagnéticas-le contesto.
-¿Te han atacado a ti también?-le pregunto.
-Si varias veces, pero las he estudiado y analizado mucho, ahora ya sé cómo combatirlas-le dijo.
-Combatirlas, ¿se puede hacer eso?-le pregunto.
-Es mejor que entres y te lo explico acá, nos puede escuchar la antena y mandarlos una onda electromagnética para atacarnos-.
El ingreso a la casa, estaba totalmente oscura únicamente una luz tenue se observaba en un cuarto, la persona que le hablo lo pasó a otro cuarto, ahí noto muchos diagramas y planos de las estructuras de metal y otros con figuras de antenas de varios tamaños, se asombró por lo que observo y le dijo a la persona:
-Parece que si de veras las has estado analizando y estudiando-
La persona soltó una risa de pena y a la vez se sintió orgulloso, se dirigió a un escritorio y le mostro muchos documentos y papales sobre las antenas, a la vez le dijo:
-Sabes que esas estructuras se han multiplicado mucho en los últimos años, no cabe duda la invasión ya comenzó y tenemos que pararla-
-Si ya me di cuenta de eso, pero ¿Por qué atacan?-le preguntó.
-He investigado sobre eso, emiten ondas electromagnéticas pero dependiendo de cómo se sientan atacadas las emiten entre 850 y 950 megahercios, otras son más potentes lo hacen entre 900 y 1800 megahercios, es tal el poder de esas antenas que si no hacemos algo para detenerlas invadirán todo el país y quién sabe si el mundo entero-.
La persona que había entrado a la casa puso cara de asombro y a la vez sintió un temor en todo su cuerpo, le contesto:
-No puede ser, es una invasión, no puede ser, pero ¿Cómo podemos detenerlas?-
-Tengo un plan y si eres valiente me ayudas a detenerlas-le dijo.
Divago un poco en su mente, estaba un poco indeciso pero al final tomo una decisión y le dijo:
-Estoy dentro, que tenemos que hacer-
La persona que lo invito a detener las antenas entro a otro cuarto y de este saco dos trajes de color negro, comprendían una chaqueta, un pantalón y un casco, dentro de estas se observan unas placas al parecer eran de aluminio, el casco tenía por dentro también unas placas finas de aluminio, al observarlas le pregunto:
-¿Porque has recubierto el traje y el casco con placas de aluminio?-
-Es para repeler las ondas electromagnéticas rebotaran y no nos harán daño-le dijo
Notó también como junto a los trajes había unas tijeras de metal muy grandes, al parecer eran de aluminio también, le dijo:
-¿Y esas para que las utilizaremos?-
-Son para cortarle las venas a las antenas y ya no sigan emitiendo el zumbido electromagnético-
-Te refieres a los cables-le comento.
-Venas o cables, son su fuente vital-le respondió.
Esa noche se colocaron los trajes, los cascos cada quien tomo unas tijeras y muy sigilosamente se acercaron a la antena, iban muy despacio cuando de presto el que iba adelante se paró y saco de su bolso unos tapones, se los puso en los oídos y le dio un par al otro, éste hizo mismo “es para el zumbido” le comento, siguieron y llegaron a un portón negro, tenía llave, se fueron a un lado y saltaron un muro blanco de ladrillos, adentro sacaron las tijeras de aluminio que llevaban y cada quien empezó a cortar los cables negros que descendían de la antena, de repente el zumbido se paró y la luz roja que tiene la antena se apagó, ambos observaron hacia la cima, uno de ellos dijo:
-Misión cumplida, la hemos acabado-
Mientras escapaban saltando el muro y se dirigían hacia la casa del que había analizado las antenas, una luz los cegó por completo, se taparon los ojos con las manos y de repente oyeron de un altavoz: “quietos ahí, las manos arriba, es la policía”; ambos fueron arrestados por la policía que fue alertada en el preciso momento que saltaban el muro, los dirigieron a una estación policial, les tomaron los datos a ambos y los encerraron en una celda.
A la mañana siguiente una persona con saco y corbata llegó a la delegación policial, había puesto una denuncia, uno de los policías le tomó la declaración y la denuncia, este se dirigió dónde estaban los que habían dañado a la antena y al verlos les dijo:
-Así que ustedes son los delincuentes-
-No somos delincuentes lo que hemos hecho es detener la invasión-dijo uno de ellos.
-Si como no, pues los han acusado de destrucción de la propiedad privada, robo y hurto, lo tienen difícil, pasaran un par de años en la cárcel-.
-No nos importa pero se arrepentirán porque la invasión acabara con todo-dijo uno de ellos.
-A mí me parece que a ustedes les falta un tornillo en la cabeza-respondió el policía.
A lo lejos oyeron en una televisión que estaba encendida, los noticieros del mediodía anuncias varias protestas, el motivo de estas eran las antenas de telefonía celular varias colonias se habían reunido y protestado por que la construcción de una de ellas se haría en un parque de la colonia, otras personas de una comunidad de la ciudad protestaban también por una antena que fue instalada en la comunidad, generando temor entre las personas por los efectos en la salud de las ondas emitidas por la misma.
Ambos se asombraron por la noticia que daba el noticiero, uno de ellos dijo:
-No puede ser hemos incitado a parar la invasión, somos unos héroes-
-Héroes como no-dijo el agente policial-de héroes no tienen nada-
El agente se retiró pero había dejado cerca de la celda policial en un escritorio su teléfono celular, de repente este emitió un zumbido semejante a las ondas electromagnéticas de la antena que habían dañado y empezó a vibrar muy fuertemente, ellos notaron lo que el celular hacía, el zumbido aumento y ellos se llevaron las manos a la cabeza y oídos, se arrodillaron y el efecto fue tal que quedaron tendidos en el suelo, uno de ellos dijo:
-Es nuestro fin las antenas nos han encontrado-
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