Mis piernas y brazos
Ya no me sirven más,
Mis ojos se me cerraron
Hace mucho tiempo atrás,
Y sentí mi cabeza entumecida
Lidiar con un peso fatal.
Ahora estoy a oscuras
Y lo que parece ser un crujido
Son mis dientes,
Que por la misma rabia del olvido
Se tornan intermitentes.
Pedí limosnas para sobrevivir
Y quien me puso aquí
Fue un maldito malandrín
Que por cruel y vil
Quiso reír con mí sufrir.
Texto agregado el 30-11-2013, y leído por 101
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Lectores Opinan
02-01-2014
La idea es atractiva y tiene muy buen comienzo.***** Solo_Agua
02-12-2013
Eso es gajo del oficio,
un truhán o malandrín siempre se nos atraviesa pata engañarnos o hacernos sufrir. No debemos desmayar, compañero. Un apretón de mano. NINI