XX:

Suave susurro que en una silenciosa noche
en el lecho oía,
melancólico por la ventana se deslizaba
el bálsamo de las flores que el jardín perfumaba
extasiado tu perfume me bañaba
pues grácil te veía a través
del delicado haz de luz
cuando la luna las nubes atravesaba
oh! Sueños los que junto a ti soñaba
sutiles parajes nos abrazaban,
pues las criaturas nocturnas con sus bellos conciertos nos obsequiaban.

Gloria veía, cuando tu bello rostro a la luz nocturna contemplaba
cuando nuestro romance bajo la luz nocturna se consumaba,
suaves caricias nos regalábamos
cada beso a tu latina piel me elevaba,
mientras susurros te daba;
si! Susurros amorosos los que tus oídos escuchaban,
con ellos tú me esperabas en ese cielo,
que en nuestro pequeño lecho de hojarascas clamaba;
el amor sincero que muy pocos profesan
nuestros corazones noche tras noche clamaban,
fue tan puro que los ángeles de cielo,
y los demonios del profundo abismo nos envidiaban.

Y llamando el viento maligno tu corazón helaba,
y como lánguida te marchitabas
y mi alma se devastaba,
oh fue esa noche cuando entre envidiosos
ángeles y demonios
fuiste de mi arrancada,
como ese día te sepulte en el que
nuestro lecho de suaves hojarasca
y donde por siempre yo ya dormitaban
mi esposa amada......