Soy
de los tristes
que endulzan su café
un sobre, dos sobres, siete sobres
tanto que sobra
porque no hay sobrecitos de falta
ojalá alguien los inventara
una falta, dos faltas, ventiun faltas, cincuentaidós faltas
ya sé por qué no los inventan
tendrían que inventar frascos más grandes
que pudieran contener millones de cosas
mis faltas, por ejemplo.
Llenaría de faltas mi café
en la mañana, de media tarde, de madrugada
para que me lea la mosca y la cucaracha
seguro ellas entenderían mis cochinadas
pero no, nadie haría algo tan tonto como inventar un frasco tan grande
para eso existen los conceptos y las preguntas
que nadie me responde
y ojalá me perdonaras
sé que no te gusta así el café
en esta taza
con mi azúcar
de mi mano
y en mi casa.