Desapego es la palabra que tal vez debo aprender.
Concederte tus espacios, regalarte libertad.
No se trata de abandono, ni me olvido de querer;
es desear que seas feliz manteniendo mi lealtad.

Dejar que el tiempo repare lo que debe resolver,
otorgarte gran aprecio, respetar tu intimidad,
ofrecer solo mi ayuda cuando la quieras tener,
no plantearte mis pesares, ni quebrantar la amistad.

Este nuevo sentimiento resulta muy sanador,
derriba viejas barreras que a veces nos asfixiaban;
hace que me sienta libre, sin posponer este viaje.

Puedo vivir más tranquila sabiendo que no hay dolor.
Eran mis limitaciones las que siempre encarcelaban;
hoy logro seguir camino, más ligera de equipaje.