Superhéroe
Ya estoy algo grande para superhéroe, pero nunca es tarde.
Me quedé sin mi juvenil blonda cabellera, reemplazada por jirones de pelusas grises.
Los pelos en las orejas no ayudan. Me vendrían bien unos 15 kilogramos menos.
Un héroe con lentes, poco fiable.
Si me lo propongo puedo correr sin parar 50 metros, pero no creo que alcance.
Mis poderes se reducen a resolver crucigramas. No parece que sea una habilidad que sume mucho
Hay algo que me estoy olvidando.
El transporte público no parece ser el vehículo adecuado, las urgencias de la sociedad descarriada no admiten tardanzas de sus benefactores.
El vestuario me podría ayudar, nada de ridículas capas ni trajes como armaduras.
¿Y si pruebo ir desnudo? Descartado, no se vuelve del ridículo. Los músculos los perdí hace años dando paso a las adiposidades que me tapan las partes.
Tendría que tener un asistente, tal vez le hable al Dr, Massetti. En mi precario estado de salud es bueno tener un galeno a mano, encargado de mis recetas y análisis clínicos.
Seguro que estoy dejando de lado algo
¿Qué arma podría usar? En casa solo dispongo de un juego de cuchillos, pero es un regalo de casamiento de mis suegros, sería un desprecio de mi parte que los utilice.
Todo paladín de la justicia tiene que tener ese amor platónico e ideal, por el que se juega la vida. Con una esposa celosa y posesiva, sería un atentado al matrimonio.
Tendría que salir de día, porque con las primeras luces de la noche el barrio se pone muy difícil.
Ya se va conformando el personaje:
El hombre canoso con importantes gafas, poco atlético, vestido como gente común, un tanto hipocondríaco, sometido a su esposa que sale por las mañanas y vuelve antes que oscurezca para hacer crucigramas.
Sabía que algo me estaba olvidando, hoy es lunes, son las 7:00 de la mañana y tengo que bañarme para irme a trabajar.
Otro día, tal vez intente salvar al mundo
OTREBLA
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