Me gustaría ser algo verdadero.

A veces me pregunto, ¿habré encontrado mi pasión?
No sé qué decirme, ¿viene la pasión sin miedos? ¿O hay que derrocarlos?

Me gustaría ponerme un disfraz vacío y hacer todo lo que quiero hacer, porque sin disfraz es más difícil.

¿Por qué odiáis a quienes nos gusta lo fácil? Si total, llega un momento en que el culo se nos duerme. Hay que levantarse.
Es un poco forzado, lo sé.

A veces me pintaría los labios, me peinaría el cabello y saldría a cantar delante de 10 personas, de 100, de 1000. Me calzaría la chupa de cuero y saltaría de repente en el escenario. Me movería como si no tuviese motricidad, me expresaría como una loca.

Luego me miro al espejo, y veo
una sombra gris
encerrada entre barrotes que tienen mi cara,
y mi nombre,
y el pintalabios, la chupa y el peinado sólo son pequeñas piezas de un engranaje que me recuerda la realidad.

LA REALIDAD: el conjunto de dudas.

¿No soy ya algo verdadero? ¿Qué tengo que ser?