¡Googlecito, Googlecito!
Amigo, trataré de dejar a un lado mi temperamento plutoniano y adoptando mi máscara aguileña, explicarte punto por punto por que estoy tan irritado contigo, compañero de fatigas:
Google cabrón, deja de intentar adivinar lo que busco o dejo de buscar y limítate a seguir mis instrucciones, eres una puta máquina, no te hagas el humano, no pasas de ceros y unos.
¡Te crees que estás en Blade Runner?
Ni quizás quiso decir, ni hostias, cuando digo algo lo digo, bien o mal, son mis problemas; no intentes psicoanalizarme, no necesito terapias ni terapeutas, el que lo diga miente y el que se atreva a demostrarlo, que sepa que lo negaré hasta la muerte y le pondré en mi lista negra.
De paso piensa un poco, ¿podrías añadir un botoncito de menos facebook, menos YouTube, menos la madre que lo parió?
Se que intentas convertir la red en “2001: Una odisea del espacio”, pero no lo lograrás, te crees muy inteligente, lees demasiado, que si “1984”, que si unificar el pensamiento; que si quemar libros; hummm...
Estás arreglado, te disfrazas de postalitas, frases cutres y cadenas infinitas de chorradas y mensajes de amor, pero en el fondo tu y yo sabemos que es todo fachada, tu máxima ilusión siempre fue convertirte en el Gran Hermano, con tus ñoñerías y páginas de sexo con webcam.
Menos mal que no soy vengativo, si lo fuera recomendaría el buscador de Billy Puertas, o el desorientador 3.0 de Yahoo, pero va contra mis principios y finales.
Ojo googlecito, te tengo vigilado.
©Aguilagris
P.D.: Para no crear mal clima entre nosotros, te prometo que la próxima vez que te escriba, antes haré un poco de meditación tibetana, me tomaré un café y me fumaré un buen habano; por cierto, contéstame alguna vez, creo que me ignoras, bandido. |