Tus ojos son dos
lagos serenos
en la noche.
Limpios, igual a la caída
de una tarde sin sol.
¡Tan puros! ¡Tan puros!
Que un día vi en ellos
el universo de los hombres
marchando unidos
en procura de un mundo
mejor.
JOSE NICANOR DE LA ROSA.
Texto agregado el 25-11-2013, y leído por 1001
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