“El Excelentísimo Señor Presidente Constitucional de la República , Comandante General de Division, don Jorge Ubico” decretó que todas las escuelas nacionales de enseñanza secundaria para varones serían militarizadas.
En esta forma toda aquel estudiantado formado por adolescentes fue sometido por años a los rigores y estricta disciplina de un cuartel que incluía maniobras militares y , si necesario , los castigos físicos que incluían 'plantones' cargando armas, para empezar.
Los muchachos detestaban el sistema pero tenían que aceptarlo, o no estudiar, a menos que en colegios privados y si la economía se los permitia . Cantaban un canción que incluia, entre otras similares, estas lineas: “Chafarotes (militares) desgraciados, nunca nos dejan en paz”. Al graduarse de bachilleres se les concedía el rango militar de “Teniente Segundo de Reserva”.
Después de catorce años, aquel detestable tiránico gobierno cayó después de una protesta popular donde en un dia los maestros, vestidos de negro, desfilaron por las calles de la capital pidiendo aumento de sueldos. El ejército montado los atacó disparándoles por la espalda mientras huían hiriendo a varios (un tío mío inclusive) y matando a la maestra Maria Luisa Chinchilla Recinos quien quedó tendida en la calle. Luego, al siguiente día, los estudiantes univesitarios hicieron su manifestación demandado cambios y autonomía. 311 profesionales, comerciantes, industrials y artesanos demandaron por escrito su renuncia. Un triunvirato fué formado que eligió, entre ellos a un “presidente temporal”, esta vez un coronel quien se decía que en cuatro meses en el poder había cometido mas 'tropelias' que su antecesor durante sus catorce largos años.
En el plantel pricipal de secundaria en la capital cada clase elegía un estudiante representante a la asociación del Instituto del Cuarto Año Seccion “C” lo era José Silva, muchacho inteligente y atlético con cualidades de liderazgo. En una reunión de representantes se decidió hacer una petición escrita al nuevo presidente pidiendo la demilitarización del Instituto (La escuela secundaria central) o todo el plantel se declararía en huelga. Dicha petición fue sometida con la venia del director de la escuela. Dos dias más tarde, la madre de José oyó que alguien tocaba el timbre de la casa, al abrir la puerta, la señora se encontró frente dos hombres en trajes oscuros, corbata y anteojos ahumados, vestimenta típica de los agentes de la policia secreta (conocidos en el pueblo por “orejas”) que preguntaban por José. La asustada madre les informó que su hijo no estaba en casa pues era su costumbre juntarse en casas de amigos para trabajar en los deberes (tareas) asignadas en la escuela para el dia siguiente. Le preguntaron por la dirección de la casa y ella aseguró no conocerla pues regularmente rotaban las casas entre ellos. Los agentes procedieron a entrar a la casa buscando a José “hasta debajo de las camas” sin encontrarlo. Prometieron regresar.
En cuanto los hombres desaparecieron la señora mandó a su segundo hijo a la escuela a llamar inmediatamente a su hermano quien probablemente se encontraba practicando basquetbol. En realidad estaban planeando como anunciar al estudiantado que se declararían en huelga.
Para cuando José llego a su casa ya la madre le tenia preparada una valija con todo lo necasario para una ausencia de varios dias llevándolo luego a abordar la camioneta (autobús) que lo llevaría a casa de un tío en el pais vecino (El Salvador)a quien ya habia informando via telegrama para encargarse de su sobrino “hasta que las cosas se enfriaran”. Era entonces el 18 de Octubre.
El presidente interino habia mandado a asesinar a don Alejandro Córdoba, director de El Imparcial ( principal periódico de la ciudad) cuando llegaba al periódico. Aquello fue lo que hiciera decidir que de nuevo al estudiantado, maestros y obreros a iniciar una segunda revolución, el 20 de Octubre (fecha aún celebrada en el pais) el miserable dictador fue derrocado.
Dias después, José estaba de regreso en casa. Supo de otros compañeros que habian sido capturados, ahora libres, y en la escuela les preguntó lo que les habia ocurrido, uno de ellos, el “Pescado” Lozano le explicó:
-Al “Choco” Mejia, al “Sapo” Iglesias y al “Coche” (marrano) Uribe y a mi nos llevaron a la Central de Policía esposados. Después de un rato nos llevaron a enseñarnos los calabozos y un cuarto de interrogación . !Puta, hermano, aún no habian limpiado la sangre del último 'interrogado'.-
-Bueno, y entonces ¿Los soltaron, no les hicieron nada?.
-No, sólo nos amenazaron: “Si ustedes deciden mandarle otra peticion de mierda al Señor Presidente, pueden estar seguros que pararán en uno de estos cuartos.'
Para las próximas elecciones había regresado de Tucumán, Argentina donde,como exhilado,funcionaba como catedrático universitario el Dr. Juan José Arévalo. Traía muchas ideas, re-estableció la democracia y muchos aún lo considermos como el major president que Guatemala ha tenido del Siglo XX al presente. (Por supuesto se le llamaba "El Che" Arevalo).