Pero de dónde salieron estas abejas?....

Estas estaban en un panal, en una de las ramas del árbol que Amy arrancó para limpiar la casa embrujada, pero que se enfurecieron al ser cortada la rama donde ellas habitaban, las cuales se pusieron a perseguirla sin que ella se diera cuenta.
Amy continuaba desmayada y tirada en el suelo sin que nadie la pudiera auxiliar del ataque de las abejas asesinas; así continuó unos minutos hasta que al fin pudo recobrar un poco su conciencia, comenzó a abrir un poco los ojos y se miró rodeada de aquel montón de abejas, pero también pudo observar que en un rincón de la casa estaban varias abejas presas en telas de araña que a ella no le había dado tiempo de arrancar por su curiosidad de abrir primero aquel armario de herramientas sucias y herrumbradas. Las arañas pudieron comprender los gestos de desesperación de Amy como implorándoles que acabaran con las abejas que se la estaban devorando, las arañas entendieron su auxilio y unas enviaron a otras a llamar a todas las que se habían ido de la casa cuando la niña quitó sus telas de araña. Luego la totalidad de las arañas invadieron de nuevo la casa embrujada y regresaron en auxilio de Amy; muy rápidamente tejieron de nuevo sus telas de araña y pudieron hacer caer en ellas a las abejas asesinas que estaban matando a la niña y ésta muy agradecida con las arañas regresó a su casa real que estaba en un pueblo a varios kilómetros de esa casa embrujada.
Supo que en ese palacio -que en algún momento lo quiso para sus sueños- las arañas y toda su comitiva eran los verdaderos habitantes y dueños de ese temible lugar, supo respetar todos sus bienes y hábitat de los seres que ahí vivían, supo que ese no era su lugar para vivir, sin embargo se sintió muy feliz de haber compartido una experiencia inolvidable con las arañas y tarántulas que antes las consideraba indeseables y que después de su visita fueron sus inolvidables amigas que le salvaron su vida…

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Autora,
Marcela V.B