Era el comienzo de un día que dejaba mostrar toda su belleza….todos los pájaros revoloteaban en las ramas de los árboles, unos buscaban su alimento picoteando frutas, otros escogiendo las semillas preferidas. Todos estaban en sus labores cotidianas cuando una curiosa paloma vió pasar frente a sus ojos, a un pájaro muy pequeño que agitaba sus alas muy rápidamente, por lo que decidió seguirlo con su mirada, observando que se detenía en el aire muy fácilmente a extraer  la miel de las flores. La paloma no podía creer lo que estaba viendo y le llamó “extrañeza” a ese diminuto pájaro, que aún siendo similar a ella pudiera hacer algo tan fuera de lo común respecto a todas las palomas y pájaros que ella siempre había conocido.
Así pasó el día observando a esa “extrañeza”, casi no buscaba su propio alimento por tratar de encontrarle una explicación a esa actitud tan rara de ese pájaro. Pasaron varios días y la paloma seguía intrigada del comportamiento de la “extrañeza”, y entonces decidió hacer lo mismo que ese pájaro, pensando que si era parecida a ella seguramente lo lograría también.
Como la paloma ya sabía todo el itinerario de ese diminuto pájaro, un día lo esperó a que llegara como todas las otras veces que venía a tomar la miel de las flores, y en cuanto pudo mirar que se acercaba cogió impulso y detrás de él empezó su vuelo también, tratando de imitarlo en todo cuanto la “extrañeza” hacía. Todo iba muy bien y decía : " ja, ja ,ja ya puedo ser igual que ese diminuto pájaro", pero en cuanto la “extrañeza” se detuvo en el aire a extraer la miel de una de sus flores favoritas, la paloma no pudo detenerse como la “extrañeza” y se agarró de uno de los tallos de la flor más cercana que había, pero como pesaba mucho más que ese diminuto pájaro, el tallo no resistió y se cayó al suelo la curiosa paloma fracturándose una ala y una pata. Hasta este
momento la paloma se dió cuenta que ese pequeño pájaro era muy diferente a ella y que tenía habilidades que nunca podría superar y decidió seguir admirándolo y aceptándose ella tal como era.

Autora:
Marcela V.B

Este pequeño cuento lo hice inspirada en un
hecho real que sucedió en mi jardín, cuando
pude ver una enorme paloma parándose en
el bebedero que yo tengo para mis colibríes,
y de casualidad días anteriores
creí que era sugestión la mía, cuando me pareció
que los ojos de esa paloma seguían todos los
movimientos de mis colibríes.
Ahí descubrí que no era mi tal
sugestión! Espero sea de su agrado!