Fue rara la tarde en que abrí mi cosario
y encontré esas cosas que había olvidado
junto con otras que quise negar
había en un chiribitil, risas estridentes
llantos desconsolados y gritos de alegría
ahí estaban esas “cosas de niños” relegádas.
Atados con cinta negra encontré un par de duelos
en un espejo sin fondo encontré una pena
dos boletos de llegada que había olvidado
y varios temores limitantes y taxativos
encontré incertidumbres viejas y oxidadas
ahí estaban esas “cosas de la vida”.
En un sobre amarillo de tiempo y abandono
encontré algunas penas, rodeadas de suspiros
dibujos inocentes, llenos de tú y yo
y corazones cruzados por saetas crueles
encontré penas diferentes, casi devotas
ahí estaban esas “cosas del amor”.
Al final del camino, mi cosario esta completo
quizás si vaciando el contenido, en una sabana blanca
aparezcan entre escombros esas cosas que no he hecho
esas que por desidia, esas que por soberbia
esas que por justificarme las guardo
en el rincón de las “cosas de viejos”.
Texto agregado el 23-11-2013, y leído por 117
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
28-01-2014
Muy bueno, te agradezco despertar emociones de una forma tan bella.***** Solo_Agua
23-11-2013
Todos hacemos acopio de cosas que no nos atrevemos a mostrar y pocos tienen el talento para recrearlas como tu los has hecho. felicitaciones! Angel_de_Arte_Oscuro
23-11-2013
Puedo asegurarte que todos tenemos un "Cosario" que no nos atrevemos a abrir.UN ABRAZO. gafer
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