Y que está pasando en estos momentos?
No estoy muy segura, lo que sí sé es que estoy entrando en una depresión, yo han sido tantas veces que he entrado en ellas que ya puedo reconocerlas desde lejos, desde muy lejos.
Los detonantes que tengo ahora son los ideales... cambio de residencia, cambio de lugar de trabajo, cambio de compañeros, de vecinos, de clima, de alimentación, de hábitos……cambios en todo, y no tengo tanto tiempo para asimilarlos.
De repente creo que la vida es bastante bromista por decirlo de alguna manera, forma una trilogía de poder junto con mi cabeza y mi corazón que no he podido, y estoy casi segura que nunca podré, liberarme de sus redes!!! Estoy a su merced, creyendo que yo los controlo sin esfuerzo alguno y la realidad es que no, eso me hacen creer, pero gobiernan desde lo que deseo hasta lo que debo odiar.
Los tres se ponen de acuerdo para hacerme buscar cosas diferentes a cada momento, me hacen amar lo desconocido, lo que implica retos, el andar de un lado a otro, conocer una persona tras otra, me hacen anhelar ir de estado a estado, de país a país, de un continente a otro, sin importar el costo que a corto y largo plazo tenga que pagar.
Que ni se me ocurra negarles esto que quieren, porque aparte de valerse de todas las mañanas posibles para lograr sus objetivos, si trato de ponerles un alto…la venganza es incontenible, tremenda, aniquiladora.
Primero empiezan a enfermar mi cuerpo, gripas, cansancio, dolores que se asoman y se esconden tan pronto reparo en ellos, dolores de cabeza…después empiezan con el cerebro…ideas tristes, pereza mental, imágenes que están enterradas en un lugar tan profundo y tan lejano que ni yo conozco y que empieza a sacar a flote como abejas que escapan de un panal y, como si eso no fuera suficiente, y dejando para el final lo mejor, como debe de ser, empiezan a enfermarme el corazón…
Esto sí es lo más complicado, ufff con todo lo anterior creo que tengo armas para luchar, o puedo encontrarlas, más o menos sé dónde buscarlas, pero con el corazón, con ese nunca he podido, y no sé si quiero en realidad algún día poder darle un “estate quieto”, él ha estado y está por encima de todo, incluso de mi misma.
No me gusta que se me enferme el corazón, porque entonces es como esas enfermedades silenciosas (pero no mortales, espero) que después de años de estar viviendo contigo haciéndote creer que todo va bien, cuando los doctores y tú se dan cuenta, ya es demasiado tarde. Con el corazón enfermo dejo de percibir el color y olor de los seres vivos e inertes, dejo de escuchar palabras para concentrarme en los gritos, dejo de sonreírle al mundo para poner en mi cara una expresión de ausencia, de desamparo, de frustración…..de vacío; dejó de creer que vale la pena las luchas por cualquier causa, aunque esté llena de ganas, de fuerza, de valor, de coraje…de sueños, y empiezo a ver la vida como algo plano, tibio, lleno de obstáculos enormes, que no deseo superar…
Llegar a este punto tampoco es así de fácil, o de un día para otro, tienen que haber muchos factores para que se produzca esta revolución interna entre el poder pero no querer, entre el tener pero no tener interés por dar, entre el vivir pero preferir de una manera u otra, comenzar a morir. Además, el golpe que le han dado a mi corazón ha sido fatal, le dieron en un punto clave, donde pudieron dañarlo de lleno, sin problemas, certeramente…ahora pago la factura de todo eso.
Yo sé que todo esto también pasará, y lo superaré cómo he superado el sin fin de veces que, como consecuencia de mis actos poco acertados, he esto deprimida y a punto de tirar la toalla.
Esto también pasará, esto también pasará…me quiero mucho y no me dejaré sola.
|